EL PAíS
Una convocatoria socialista para formar alianzas de centroizquierda
El congreso nacional del Partido Socialista cerró ayer con un llamado a conformar un espacio progresista con otras fuerzas políticas. Críticas a la idea oficial de plebiscitar la gestión.
El Partido Socialista (PS) convocó a conformar un espacio de centroizquierda con otras fuerzas progresistas de cara a las elecciones de octubre. Fue ayer, en el cierre del congreso nacional que se realizó en el Hotel Bauen, donde los principales dirigentes partidarios discutieron su política electoral y plantearon su posición frente al Gobierno. “Es necesario avanzar en la conformación de un frente amplio, de abajo hacia arriba, con la participación de los militantes”, aseguró Rubén Giustiniani, en el cierre del encuentro.
El congreso comenzó el sábado con el discurso de Jorge Rivas, candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. Estaban, además, el ex intendente de Rosario Hermes Binner, los diputados Ariel Basteiro y Héctor Polino y el legislador porteño Norberto Laporta, entre otros.
Unos 950 delegados de todo el país escucharon los discursos de apertura y continuaron deliberando ayer, antes del momento dedicado a homenajear a dos dirigentes socialistas fallecidos: el santafesino Guillermo Estévez Boero y el porteño Alfredo Bravo, recordados por los militantes reunidos en el Bauen y por un puñado de invitados especiales, como Margarita Stolbizer, Claudio Lozano, Gustavo Cardesa y Mario Cafiero.
Desde el punto de vista político, se tomó la decisión de impulsar frentes progresistas con otras fuerzas políticas, una estrategia histórica del socialismo, que en el pasado formó coaliciones con el Frente Grande y con el ARI y que ahora repetiría en algunos distritos: el más notable es Santa Fe, donde Binner encabezará la lista de diputados de una coalición a la que se sumaron el radicalismo y sectores sociales y sindicales de la provincia. En otros distritos, el PS aún no definió su estrategia: en la Capital, por ejemplo, La Porta defiende la idea de presentar candidatos propios, mientras que Polino impulsa una alianza con otras fuerzas políticas.
La decisión de avanzar en alianzas con otras fuerzas fue subrayada por Giustiniani en el discurso de cierre, donde instó a “seguir trabajando” junto a otros sectores de izquierda para construir “una verdadera alternativa” al Gobierno. “Lo central fue la idea de armar una opción progresista”, coincidió Polino.
Antes del cierre, los socialistas discutieron y aprobaron un documento donde plantearon su posición frente a Néstor Kirchner. “A dos años de gestión justicialista pueden verificarse algunos hechos positivos, como el crecimiento de la economía, la política de derechos humanos y la renovación de la Corte Suprema de Justicia”, explica el documento, que a continuación señala sus críticas al oficialismo, al que acusa de “debilitar la institucionalidad democrática” con la firma indiscriminada de “decretos de necesidad y urgencia” y “no haber cambiado en estos dos años el modelo de concentración de la riqueza que en la última década llevó a la mayoría de los argentinos a la pobreza”.
Finalmente, en uno de los párrafos más aplaudidos, los socialistas rechazaron la idea de Kirchner de plebiscitar su gestión en las elecciones de octubre. “La vocación hegemónica del justicialismo ha quedado en evidencia una vez más cuando el Presidente intenta tomar las próximas elecciones como un plebiscito. No es más que una propuesta para polarizar la sociedad en torno de la figura presidencial y se insiste así en una gobernabilidad anclada en la confrontación”, concluyeron.