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Es evidente que el radicalismo deberá hacer esfuerzos para renovarse. Ayer, sus dos últimos ex presidentes, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, polemizaron a la distancia, reeditando un clásico de otros tiempos. Alfonsín sostuvo que De la Rúa le había hecho “mucho daño” a la UCR pero que, por suerte, no había llegado a destruirlo, cuestión que –auguró– quedará demostrada con una buena performance en las elecciones de octubre.
De la Rúa, por su parte, le respondió apoyando la candidatura de la diputada Margarita Stolbizer para la jefatura partidaria. Desde que Alfonsín la desplazó de la candidatura a senadora en la provincia para poner en su lugar a Luis Brandoni, Stolbizer se convirtió en una enconada rival del ex presidente. Ahora, ambos compiten por la conducción radical.
Vuelto a la actividad a los 78 años y en plena campaña, Alfonsín hace declaraciones casi a diario. En sus intervenciones, al ex presidente le gusta dar su opinión sobre los distintos referentes políticos del país. Por ejemplo, ayer, le criticó al presidente Néstor Kirchner que “no dialoga con los partidos políticos”. Además, insistió con su reclamo sobre “la baja calidad institucional” que se demostraría, explicó, en la gran cantidad de decretos de necesidad y urgencia firmados por este gobierno.
Alfonsín también se ocupó de la líder del ARI, Elisa Carrió. “No la veo de centroizquierda, no se puede saber dónde está. Si se moderara un poco y dejara de hacer generalizaciones podría volver a ser una buena dirigente radical”, dijo, con alguna ironía. También se ocupó de Ricardo López Murphy, otro ex radical. “El no puede volver al radicalismo porque tiene otras ideas”, sentenció.
Pese a su rol protagónico, que viene cumpliendo desde la vuelta de la democracia en el partido de Alem e Yrigoyen, Alfonsín volvió a mostrarse como el más indicado para cambiarle la cara a la UCR. “Si yo no puedo conducir la renovación, no sé quién lo hará. Es evidente que yo no soy la renovación, pero sí puedo conducirla”, sostuvo. Y, en ese sentido, consideró que puede ser “más útil que Stolbizer”.
Justamente, De la Rúa –que también ha vuelto a hacer declaraciones aunque no tan seguido– buscó confrontar con Alfonsín destacando lo que llamó un “nuevo liderazgo” como “es el caso de la doctora Stolbizer”.
En declaraciones formuladas al diario chileno El Mercurio, De la Rúa destacó que, como pretende Stolbizer, el radicalismo tendrá futuro en la medida que asuma un rol opositor. “El radicalismo es el partido más antiguo de América latina. Tuvo momentos buenos y malos. La crisis actual no es la peor, pero está superada”, enfatizó.
Con todo, se abstuvo de criticar al gobierno de Kirchner. Dijo que no es buena “una hegemonía” del justicialismo pero que al Presidente lo ve bien “con sus más o sus menos”.
A diferencia de Alfonsín, el ex presidente de la Alianza se mostró afuera de la vida de la UCR. “No participo de la vida interna del partido ni en la política de competencia. No lo preveo, no soy candidato. Mi trabajo político está en el análisis, en el estudio y en la transmisión de mi propia experiencia”, redondeó.