EL PAíS › LAS DOS TEORIAS SOBRE EL SABOTAJE A LAS TORRES
Guerra política o sindical
Por Raúl Kollmann
@Un apriete a una empresa de electricidad para que pague un adicional o un intento de un sector duhaldista de embarrar el terreno en la contienda electoral bonaerense y nacional. El juez federal de Mercedes Héctor Echave no descarta ninguno de esos dos móviles en el sabotaje en las líneas de alta tensión que realizaron dos dirigentes sindicales el miércoles pasado. Julio César Costa y Marcelo Recalt, de la comisión directiva del gremio de Luz y Fuerza de Mercedes, fueron sorprendidos in fraganti cuando estaban a punto de producir un gigantesco cortocircuito y utilizaban para la operación un Volkswagen Polo propiedad del sindicato. El magistrado no sólo ordenó el allanamiento de las viviendas de ambos gremialistas sino también la sede de Luz y Fuerza de Mercedes, la segunda seccional más grande del país y alineada con el duhaldismo. En los allanamientos, Echave secuestró documentación que va a analizar a partir de mañana.
Costa y Recalt declararon el viernes ante el juez y sostuvieron el mismo discurso que los líderes nacionales del sindicato: que ellos se lanzaron a realizar el sabotaje como forma de presionar a la empresa Transba para que incorpore al básico un adicional que se está pagando pero que por ahora no es remunerativo. Es decir, que ambos dirigentes están confesos, aunque buscaron alivianar su situación diciendo que el corte de luz hubiera sido breve ya que automáticamente, segundos después del “cortocircuito franco”, se hubiera puesto en marcha una línea de energía alternativa.
En principio, el juez Echave les imputó un delito grave, estrago, que es crear una situación de catástrofe mediante incendio, explosión o métodos similares. El magistrado consideró que, por ejemplo, se hubieran producido cortes de luz en hospitales de siete partidos del interior bonaerense, Carlos Casares, 9 de Julio, Bragado, 25 de Mayo, Chivilcoy, Lincoln y Saladillo, y además podía verse afectado el servicio en algún sector de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El estrago tiene una pena que va de tres a diez años de cárcel, supuestamente es excarcelable, pero el magistrado está decidiendo el encuadre y le hará una pericia psiquiátrica a los detenidos porque considera que no los puede dejar en libertad hasta que no tenga un peritaje claro sobre los daños que iba a producir el corte y el cuadro psiquiátrico de los dos dirigentes gremiales.
Para determinar el móvil del sabotaje, Echave llamará a declarar a los directivos de la empresa y también del sindicato. El secretario general de Luz y Fuerza, Julio Ieraci, le dijo al ministro del Interior Aníbal Fernández que Costa y Recalt son “dos loquitos” enfrentados a la conducción del gremio y que el motivo del sabotaje fue “agilizar una demanda salarial”. Los directivos de Transba, propiedad de Transener, hicieron saber que no existe conflicto salarial en la actualidad, aunque emitieron un comunicado en el que relacionan ese sabotaje con el derribo de dos torres de alta tensión, hecho ocurrido hace un mes en La Pampa.
Con este cuadro de situación, las hipótesis son tres, aunque en el juzgado dicen que no se pueden descartar una infinidad de variantes:
- Que exista una interna dentro del propio sindicato y la supuesta corriente que encabezan Costa y Recalt hayan querido mostrar un camino de mayor dureza que la conducción oficial. Esta versión aparece como dudosa, ya que el mismo miércoles a la noche, poco después de las detenciones, hubo un intento de dirigentes del gremio de conseguir la libertad de los dos sindicalistas. Además, no se trata de dos jóvenes díscolos: Costa tiene 40 años y es secretario de Prensa del sindicato, y Recalt tiene 49 y es subsecretario de Previsión. Sobre todo el cargo de secretario de Prensa es de los que las comisiones directivas reservan para sus hombres de máxima confianza. El elemento adicional es que el sabotaje se estaba realizando con un auto propiedad del sindicato.
- Que el intento de producir el gigantesco cortocircuito obedezca a un intento de apretar a la empresa Transba. En fuentes oficiales se dice que dirigentes de la seccional Luz y Fuerza de Mercedes tienen antecedentes de aprietes de ese estilo, al punto que se habla de frases como “les vamos a cortar las riendas”, lo que equivale a decir derribar torres de alta tensión, o “les vamos a hacer un piquete eléctrico”, un corte de la naturaleza de la del miércoles. Sin embargo, las fuentes consultadas por este diario desconocen la existencia de un conflicto actual entre gremio y empresa e inclusive nadie confirmó la pretensión de incorporar ese adicional como remunerativo.
- La hipótesis política no está para nada descartada. Es vox populi que la seccional de Luz y Fuerza de Mercedes ha estado tradicionalmente alineada con el duhaldismo. El secretario general, Ieraci, trató de minimizar esta variante señalando que “sabemos que existe una sensibilidad en el escenario electoral, pero éste es un hecho aislado que no tiene nada que ver con la interna del justicialismo. En la Federación de Luz y Fuerza tenemos 14 sindicatos y les hemos dado libertad de acción en el terreno político. En la seccional Mercedes hasta hay un integrante del gremio que es diputado provincial alineado con Felipe Solá”. En realidad, se trata de Carlos Alonso, de Trenque Lauquen, que llegó desde su puesto de dirigente gremial de Luz y Fuerza a la Legislatura de la mano del sindicato, pero encolumnado detrás del duhaldismo. Muy recientemente pegó el salto al sector de Solá y Kirchner.
En los próximos días, el juez Echave intentará resolver el enigma. La versión de la interna gremial aparece como dudosa y el apriete a la empresa o el sabotaje para ensuciar la campaña electoral son las variantes más probables. Tal vez los testimonios y los documentos recogidos en los allanamientos pongan algo de claridad en un hecho que registra pocos antecedentes: que dos individuos hayan sido sorprendidos en el preciso momento en que, conociendo al dedillo los mecanismo, iban a dejar sin luz a centenares de miles de personas.