EL PAíS
La brecha entre ricos y pobres comenzó, tímidamente, a achicarse
Así lo sostiene un estudio de la consultora Equis. Marca que el achicamiento es pequeño, pero destaca que por primera vez desde 2001 la tendencia se ha revertido. Los datos del Indec.
Por Miguel Jorquera
Aunque aún insuficientemente, la brecha entre la población de mayores y menores ingresos disminuyó en el primer trimestre de este año. El trabajo de la consultora Equis establece que la mejora de los índices “obedece a la caída en la participación del estrato de más altos recursos en beneficio de los sectores medios y medios altos”, aunque la diferencia entre el sector más rico y el más pobre bajó de 27,71 veces en octubre de 2001 a 26,9 veces en marzo de 2005, quebrando por primera vez la tendencia a ensanchar esa brecha.
El estudio comparativo de la consultora que dirige el sociólogo Artemio López toma los datos que arroja la Encuesta Permanente de Hogares (que realiza el Indec dos veces al año) desde octubre de 2001, antes de la devaluación económica, hasta el primer trimestre de este año. Allí se muestra que tanto el coeficiente Gini (que se utiliza para medir la distribución del ingreso) como la brecha entre el 10 por ciento de la población con mayores ingresos y el 10 por ciento que menos percibe han disminuido por primera vez durante ese período.
En octubre de 2001, la diferencia entre los ingresos del 10 por ciento más rico superaba 27,7 veces a los ingresos del 10 por ciento más pobre de la población del país. Esa tendencia se mantuvo en los mismos parámetros hasta octubre de 2002, tras la devaluación monetaria. A partir de allí, la brecha continuó en aumento: fue de 27,8 veces en el último trimestre de 2003 y de 28,9 veces en los tres últimos meses de 2004. Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares de marzo de este año muestran el quiebre de esa tendencia: la diferencia disminuyó a 26,9 veces.
Lo mismo sucede con el controvertido coeficiente Gini, una forma de medición económica de la desigualdad de ingresos que fluctúa entre cero y uno. Los cuestionamientos parten de las propias limitaciones del índice, cuyo valor puede descender (lo que significaría una mejora en términos de distribución progresiva del ingreso) simultáneamente con un aumento de la población ubicada por debajo de la línea de pobreza.
Sin embargo, durante el mismo período que toma el trabajo de Equis, el coeficiente también había aumentado. En octubre de 2001 era de 0,4650 y un año después se ubicaba en 0,4734. El cuarto trimestre de 2003 bajó a 0,4695 y retomó la línea ascendente en el último trimestre de 2004 con 0,4779. Recién vuelve a disminuir en marzo de este año a 0,4647.
Según el estudio de Equis, la disminución de la brecha de ingresos medidas a través del Gini se debe “fundamentalmente a la caída en la participación de los ingresos del estrato más alto de la población en beneficio de los sectores medios y medios altos en el que persiste un esquema de alta concentración global”.
La muestra sobre la evolución del perfil distributivo del país tiene un dato que el Gobierno no dejará pasar por alto: el quiebre de la tendencia al ensanchamiento entre la población más rica y la más pobre, una de los elementos en que la oposición centró sus críticas a la política oficial en contraposición con el crecimiento de los índices macroeconómicos.