EL PAíS › PDVSA COMPRARA 148 ESTACIONES DE SERVICIO EN LA ARGENTINA
Una ayuda del amigo rico venezolano
Chávez y Kirchner firmaron en Brasilia el acuerdo por el cual Pdvsa asociada con Enarsa adquirirán Rhasa y a la uruguaya Sol.
Por Martín Piqué
Desde Brasilia
La canción de Los Beatles Una pequeña ayuda para mis amigos resume el sentido de este viaje –imprevisto hasta el martes a la noche– de Néstor Kirchner a Brasil. Cuando la prensa brasileña anticipaba un faltazo del presidente argentino, interpretándolo como un desplante en medio de la crisis política por acusaciones de corrupción, Kirchner decidió viajar. Esa es la ayudita para Lula. Pero el patagónico, a su vez, se beneficiará con la ayuda de otro amigo: Hugo Chávez. La todopoderosa petrolera estatal de Venezuela, Pdvsa, desembolsará 92 millones de dólares para desembarcar definitivamente en el mercado argentino: comprará todos los activos de la cadena Rhasa, y de la uruguaya Sol, que incluyen 148 estaciones de servicio y una refinería de crudo en Campana, para explotarlas en forma conjunta con la empresa pública Enarsa. El anuncio, que se concretó ayer en una reunión bilateral de ambos presidentes, prevé también la participación de Repsol. El gigante español se comprometió a proveer el crudo que necesite la sociedad Pdvsa/Enarsa –20 mil barriles diarios– a precios competitivos. A cambio consiguió el permiso de Chávez para explotar algunas zonas, no concesionadas, de la franja del Orinoco. Nada menos que una de las reservas de crudo más abundantes del planeta.
En la comitiva argentina que viajó a Brasilia interpretaron los anuncios como un “acuerdo estratégico impresionante” que permitiría aumentar “las reservas energéticas de la Argentina”. El optimismo oficial se debía a que, como contraparte del desembarco de Repsol en el Orinoco, la compañía que preside Alfredo Brufau se comprometería a sumar a Enarsa en la exploración de nuevos pozos. O, como mínimo, se habría comprometido a usar el crudo que se extraiga en Venezuela para engrosar las alicaídas reservas argentinas. “YPF-Repsol es una empresa argentina, tiene el 50 por ciento de sus activos en el país”, argumentaban en el entorno de Julio De Vido para dar sustento a esa teoría. En una conferencia de prensa en el hotel Kubitschek Park, donde se alojó tras la cena oficial de la cumbre, el propio Kirchner explicó el papel de la compañía española en la operación: “Es también un acuerdo importante con Repsol. Pdvsa en el 10 por ciento de Repsol, y Enarsa y Repsol en el Orinoco”.
Los anuncios fueron saludados con mucho fervor tanto por Chávez como Kirchner. Los presentaron juntos, acompañados por sus cancilleres y ministros responsables del área energética. Junto al Presidente estuvieron Rafael Bielsa y Julio De Vido, con Chávez lo hicieron Alí Rodríguez, canciller, y Rafael Ramírez, titular de Pdvsa. “Estamos cumpliendo un sueño”, dijo Kir- chner. “Hemos coincidido en el camino. El camino es el sur. Esto es como la OPEP, un ejemplo de integración para fortalecer nuestros procesos de desarrollo”, dijo Chávez. Además, la operación prevé la compra de 100 millones de dólares en maquinaria agrícola por parte de Venezuela.
Los funcionarios argentinos se preocuparon por resaltar que Enarsa también jugará un rol en este proceso: dijeron que integrará una sociedad con Pdvsa en partes iguales y que irá pagando a crédito de futuras ganancias su cuota en las acciones. Eso significa que el Estado no pondrá dinero y que la inversión, hasta que vaya cancelando esos pagos, será específicamente venezolana. Por eso, la participación de Enarsa, si se concreta, será un gesto político bien amistoso de Chávez. “Este es un día muy importante no solamente para Argentina y Venezuela sino para toda la región. Hemos recuperado la iniciativa política en materia de hidrocarburos y se lo debemos en gran parte a usted, querido amigo. Los gestos se ven en las acciones concretas, gracias Hugo”, le agradeció Kirchner al venezolano en la conferencia de prensa conjunta. Para evitar los excesos de ansiedad, el ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, aclaró que recién estaban “firmando documentos” y que el desembarco de Pdvsa tardará unos meses. “Hoy estamos firmando el documento para iniciar las diligencias para la compra de Rhasa. La decisión de sumar Pdvsa al mercado argentino culminará a finales de febrero”, anticipó. Según Ramírez, con la compra de Rhasa –a lo que podría sumarse la de Sol Petróleo, que pertenece a la estatal uruguaya Ancap–, Pdvsa tendría en la Argentina la posibilidad de producir 8000 barriles por día con una red de comercialización de 62 estaciones de servicio. En la totalidad del mercado de naftas, eso implica una participación muy pequeña, de aproximadamente el 2 por ciento. El secretario de Energía, Daniel Cameron, dice que ese porcentaje podrá subir al 5 en poco tiempo.
Aunque los anuncios energéticos fueron lo más importante para la delegación argentina, la visita también tuvo otros objetivos. El más claro fue evitar que Lula debutara como anfitrión de la primera cumbre de presidentes de la Comunidad Sudamericana con la ausencia de varios invitados. A diferencia de la cita en Cuzco en diciembre último, cuando se creó la CSN, Kirchner decidió viajar y estar aunque fuera una noche. Para que viniera intercedieron Chávez y el canciller brasileño Celso Amorim.