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Al cumplirse el último minuto de un 31 de mayo como hoy, hace exactamente 40 años, fue colgado en Jerusalén el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, tal vez el máximo responsable de la organización administrativa de los campos de concentración, las cámaras de gas y la masacre de judíos, gitanos, minusválidos y opositores políticos al régimen de Adolf Hitler. A Eichmann lo secuestró dos años antes un comando israelí en San Fernando, en el conurbano bonaerense, y se lo llevaron clandestinamente a Jerusalén en tiempos en que los gobiernos argentinos obstruían los reclamos de extradición de los jerarcas nazis. En la capital israelí fue juzgado y condenado a la horca.
Pese al tiempo transcurrido, el propio Eichmann y la operación de secuestro en la Argentina siguen produciendo polémicas e informaciones.
- Respecto de cómo se descubrió al criminal de guerra, hay quien adjudica los méritos al cazador de nazis, Simon Wiesenthal; están los que creen que el padre de una novia del hijo de Eichmann fue el que dio la pista clave y el investigador Jorge Camarasa que sostiene la hipótesis de que otro nazi, Wilhelm Sassen, traicionó a Eichmann y se lo entregó a los israelíes.
- También subsiste la polémica sobre el apoyo que el gobierno argentino dio, en secreto, a la operación de secuestro de Eichmann. El entonces presidente Arturo Frondizi siempre dijo que su administración no supo nada, que los israelíes se movieron en la clandestinidad y señaló como prueba que su gobierno planteó un incidente diplomático del máximo nivel. Hay algunas pruebas que podrían indicar lo contrario, pero lo cierto es que los archivos sobre el caso en varias dependencias siguen sin abrirse del todo. Los israelíes, por su parte, siempre alegaron que los gobiernos argentinos se habían negado a extradiciones anteriores, como la del siniestro médico Joseph Mengele, quien incluso obtuvo una cédula de identidad a su verdadero nombre cuando era considerado el autor de experimentos inhumanos y letales en el campo de concentración de Auschwitz.
- En los últimos años se desarrolló una polémica y un juicio entre el apologista de Hitler David Irving y la historiadora Débora Lipstadt. Hubo que probar judicialmente la existencia del genocidio nazi y el gobierno israelí resolvió dar a conocer por primera vez los diarios escritos por Eichmann, desclasificándolos de sus archivos antes de que se cumplieran los tiempos legales. Los textos de Eichmann fueron una prueba clave en el juicio ya que mostraban que Hitler no sólo estaba al tanto del genocidio, sino que dio órdenes precisas y además hay un relato de las atrocidades y lo sistemático de la masacre nazi.
Hace hoy 40 años, Eichmann moría colgado después de un extensísimo juicio. Se lo consideró el burócrata del genocidio, el hombre que organizaba el movimiento de trenes con los prisioneros, la forma en la que le robaban la ropa y los dientes de oro a las víctimas y era quien establecía los plazos en los que se mataba y cremaba supuestamente en nombre de una raza superior.