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La diputada chaqueña Elisa Carrió y el bloque de legisladores nacionales del ARI que conduce declararon ayer “su más enérgico repudio” ante la “provocadora y ofensiva” carta del jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni al periodista Héctor Timerman, de “contenido antisemita”. En la primera reacción política ante el exabrupto de Brinzoni, el proyecto de resolución del ARI afirma que el Congreso no puede pasar por alto semejante ofensa. Luego de meses de silencio, el ministro de Defensa Horacio Jaunarena concedió una entrevista al diario Clarín. Ni él ni los periodistas que lo entrevistaron tocaron el tema.
El proyecto recuerda que Brinzoni invitó a pronunciar una conferencia a Héctor Timerman, quien respondió invitando a Brinzoni a visitar la tumba de sus padres y a pedir perdón en nombre de la institución que encabeza. “Como es sabido, en el año 1977 Jacobo Timerman, padre de Héctor, fue secuestrado, torturado y finalmente expulsado del país por tropas del Ejército, en el marco del terrorismo estatal. Debe destacarse que los males de los que fue víctima Timerman se vieron agravados por profesar la religión judía”, dice el proyecto del ARI. Al referirse a la contestación de Brinzoni a Timerman, Elisa Carrió afirma que se trató de “una despectiva misiva donde eludió la invitación a pedir perdón, lo acusó de no albergar sentimientos conciliadores e hizo referencia a El Mercader de Venecia, obra de William Shakespeare de dudosa tolerancia religiosa. ‘Los cristianos perdonamos sin mirar a quién...’, expresó Brinzoni en su carta, implícitamente provocadora y ofensiva”, dice.
El proyecto de resolución menciona las notas publicadas en este diario, en las que constan los repudios de la Delegación de Asociaciones Israelitas de la Argentina (DAIA) y del Centro Simón Wiesenthal, para cuyo representante en América Latina, Sergio Widder, la carta de Brinzoni “refleja que los prejuicios antisemitas están profundamente arraigados en personas importantes de la Argentina”. También cita el reclamo del rabino Daniel Goldman a Jaunarena. El rabino expresó que la carta “no deja lugar a dudas sobre la falta de pluralidad interreligiosa, ya que el general Brinzoni define al Ejército Argentino como un ejército confesional cristiano. Si esa es la visión del Jefe del Ejército, considero que deberíamos introducirnos en un debate nacional al respecto, que con profundidad permita remitirnos a los reales fundamentos institucionales que desliza el general Brinzoni en su misiva”. Carrió y los legisladores del ARI afirman que “semejante acto de intolerancia religiosa y ofensa antisemita, proveniente del Jefe del Ejército de la Nación, no puede ser pasado por alto por esta Cámara”.
El único comentario oficial producido hasta ahora sobre el asunto fue indirecto. Durante la ceremonia del Día del Ejército, el propio Brinzoni pidió a la sociedad que “tenga la plena seguridad de nuestro profundo respeto por la ley, de la subordinación a los poderes constituidos y de la pluralidad de ideas y de credos por sobre las diferencias entre hermanos”.