EL PAíS
Seis bombas lanzapanfletos contra la visita de Bush
Los sabuesos de la Policía Bonaerense están detrás de sus nombres. Rastrean en el interior del conurbano datos sobre los misteriosos “Comandos Anti-imperialistas” que ayer se adjudicaron una serie de atentados, entre ellos la destrucción de un local de la cadena de alquiler de películas Blockbuster en San Martín, pequeños incendios en dos cajeros del Citibank y del Boston y en un concesionario de la Ford. En cada aparición dejaron claro el repudio a la presencia de George W. Bush en la Argentina. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, explicó: “Estamos esperando encontrar una punta para cortar definitivamente con el tema”, sostuvo. Aseguró que el Gobierno “no está preocupado” y que “la policía está investigando para identificar y detener a los responsables”.
Aunque todo aún es materia de análisis, los investigadores creen que la sucesión de episodios no se repetirá de este modo. Consideran que fue una respuesta a la confirmación de la presencia del presidente norteamericano para la próxima Cumbre de noviembre. Aún así, a partir de hoy la Policía Federal monitorea con especial énfasis empresas y sedes diplomáticas norteamericanas, inglesas y judías.
La dimensión de los atentados se fue conociendo a lo largo del día. Las primeras noticias llegaron alrededor de la 1.30 de la madrugada de ayer, cuando dos incendios se iniciaron prácticamente en simultáneo: uno de ellos en el interior de un cajero del Citi ubicado en Mitre y Paunero en San Miguel y el otro en la puerta del local del Blockbuster, de Ayacucho 2760, en pleno centro de San Martín.
Los ataques sobre ambos locales quedaron caratulados como “intimidación pública” y en manos de la Justicia ordinaria de San Martín. Ante la consulta de este diario, Hernán Suazo, vocero de los tribunales, dio cuenta de algunas coincidencias: “La primera fue el horario, ambos se iniciaron aproximadamente a la 1.30 de la mañana. Y la segunda fue el aparente significado, porque encontramos panfletos firmados por estos supuestos Comandos Anti-imperialistas”. En el volante del Citi, el Comando Che Guevara exigía “No a Bush en la Argentina”. Los del Blockbuster decían: “No a Bush. No al Imperialismo”, con la firma del coronel Dorrego. Ese fue el único golpe serio del día.
“Los bomberos estuvieron trabajando durante dos horas para apagar el incendio, pero el local quedó destruido en un 70 por ciento”, explicó Suazo. Hasta anoche, los peritos no habían determinado cómo se produjo el fuego, pero sabían que comenzó en el buzón donde los clientes devuelven las películas. El local del Citi, en cambio, terminó con menos destrozos. Las llamas dañaron techo y paredes, pero no alcanzaron las máquinas de dinero. Según los peritos, los autores forzaron la puerta para ingresar al lobby con una botella de plástico con combustible. “Se trató de una bomba incendiaria que no produjo grandes daños”, siguió Suazo.
Otro radio de acción de los caldeados comandos fue la ciudad de Quilmes. Una avanzada rompió vidrios en la agencia Ford de Hipólito Yrigoyen y Suipacha y antes de despedirse prendió varias cubiertas y pintó las paredes con aerosoles. Pocos minutos más tarde, otro grupo lanzaba una bomba en el interior de otro cajero del Citi a pocas cuadras de allí. Según la policía de la comisaría 1ª de Quilmes, esta vez los volantes le atribuían el ataque al Comando Anti-imperialista Alejandro Olmos.
Cerca del mediodía, los objetivos se trasladaron a dos cajeros del Boston de Morón y Lanús, donde se hallaron bidones con combustible. Y a la misma hora se conocían los resultados del paso de otro supuesto comando por las mismísimas tierras de Eduardo Duhalde. Bajo la advocación de Agrupación Anti-imperialista del Sur, esta avanzada pintó un Citibank, un Bank Boston, un local de McDonald’s, el edificio de Telefónica y una sucursal de Siembra en pleno corazón de Lomas de Zamora.
Aunque hasta el momento no hubo detenciones, la Justicia de San Martín comenzó ayer a buscar antecedentes de las supuestas agrupaciones, pero convencida de que por ese camino no llegará a buen puerto. “Probablemente ninguno de estos comandos exista”, razonaba un vocero.
Los episodios de ayer no cobraron trascendencia por el impacto sino por la cantidad de casos y la sincronización. Según los entendidos, detrás sólo hay bandas inofensivas: “Eran bombas lanzapanfletos –explicó un jefe de la Bonaerense–. Acá no hubo ni gelinita ni trotyl, elementos con capacidad para producir explosiones realmente violentas”.