EL PAíS › PATRICIA VACA NARVAJA HABLA DE MAS JUSTICIA SOCIAL
“Esta es una nueva etapa”
Diputada electa por el kirchnerismo, Vaca Narvaja promete una etapa con acento en la redistribución. Critica a la oposición.
Por Eduardo Tagliaferro
“Madre, argentina y cordobesa”, es lo primero que dice, sin ocultar su risa cuando se le pide una presentación. Pero luego cuenta sobre su pasado, el recuerdo de las primeras discusiones en familia, los años de los estudios universitarios y las simpatías políticas que no llegaron a convertirla en una activista full-time. El exilio, el regreso al país con el retorno democrático, su identificación con el peronismo a partir del ’89, su alejamiento en el ’95, su incorporación a la defensa de los derechos de usuarios y consumidores. Entonces ella misma se define: “Soy militante”. Como militante 2005 también se muestra como una incondicional kirchnerista. “Mi criterio no está separado de este proyecto político. Sería hipócrita pensar que somos distintos del Ejecutivo”, explica.
–¿Qué pasó para que luego de años de militancia en el tema de los usuarios y consumidores volviera al peronismo y a la política?
–Desde muy pequeña aprendí en casa a analizar lo que sucede en el país. Mi trabajo en la militancia social no fue el caso de una militante de ONG que tan sólo apuesta a medidas reivindicativas. Trabajé para construir un nuevo modelo económico y político que terminara con la concentración y con las prácticas abusivas. No se trataba tan sólo de concebir al ciudadano consumidor como la práctica de un derecho individual sino como el sujeto de una construcción política y social. Fue Néstor Kirchner el responsable de que me volviera a enamorar de un proyecto colectivo.
–Y el de convertirla en diputada.
–No, fue (José Manuel) de la Sota el que me incluyó en las listas de diputados por Córdoba. Yo me encontraba en Santa Cruz participando de actividades para lograr la canasta básica cuando me llamó y me dijo que estaba por entrar a ver al Presidente y que le iba a proponer mi participación en las listas del Frente para la Victoria. Yo no le podía decir que ya había recibido un ofrecimiento para acompañar a Rafael Bielsa en Capital. Pensé igualmente que no se concretaría. Me dijo luego que el Presidente se entusiasmó mucho. Representar a mi provincia fue algo muy fuerte. Si bien volví al país en el ’82, siempre pensé que si no fuera por la dictadura mi vida hubiera seguido en Córdoba.
–Según las costumbres del Congreso los recién llegados no suelen ocupar cargos institucionales. ¿Le pesa ser vicepresidenta primera del cuerpo?
–Se trata precisamente de cambiar reglas y lógicas que pudieron haber servido para una época, pero que ahora chocan con los reclamos de la sociedad. En un momento me dio cosa pensar que ocuparía la vicepresidencia. Pero creo que este Congreso contiene a los dirigentes que emergen de la crisis del 2001. Hay una renovación hasta generacional.
–¿Hay espacios para que los legisladores ocupen sin molestar al Ejecutivo?
–No llegamos al Congreso de un repollo ni por representación individual, sino porque somos parte de un proyecto político. Desde nuestras provincias tenemos que expresar el apoyo a ese proyecto. Yo no hablaría de independencia respecto del Ejecutivo sino de colaborar para enriquecer las propuestas. Mi criterio no está separado de este proyecto político. Sería hipócrita pensar que somos distintos del Ejecutivo. Yo daré la discusión en el ámbito del Congreso para lograr las mejores iniciativas. Tenemos la responsabilidad de llevar adelante una práctica en la que se respeten mayorías y minorías.
–¿Qué proyectos le gustaría convertir en ley?
–Lograr una reforma impositiva que revierta la actual inequidad, reformar la ley de defensa del consumidor y la ley de defensa de la competencia, también conseguir propuestas en el tema provisional. La crisis económica dejó a mucha gente fuera del mercado laboral. Algunos llevaron adelante microemprendimientos, pero no pudieron seguir aportando, ahora están en el limbo. Todos estos temas forman parte de una estrategia para mejorar la distribución del ingreso. Recuerdo que fue durante los gobiernos peronistas cuando mejor distribución del ingreso hubo.
–También en los ’90 gobernó el peronismo. ¿La prórroga de impuestos qué tiene de nuevo, de cambio de paradigma?
–Me refería a la distribución del ingreso alcanzada durante el gobierno peronista del ’73. Lo que se votó en la última sesión tiene que ver con garantizar los recursos para el Presupuesto 2006. Todavía está planteado un escenario de salida de la crisis. No se puede hacer lo que se quiere. Luego del fuerte ejercicio de independencia realizado por el Gobierno al cancelar la deuda con el FMI, estamos frente a la posibilidad de construir un país de producción e industrialización. Se trata de superar la lógica de exportar siempre materias primas.
–Son muchos, no sólo en la oposición, quienes critican al Congreso por su escaso peso en la vida política. ¿Esto continuará igual?
–A veces falta claridad para comprender el rol de cada uno. No debe la oposición pretender desde el Congreso definir políticas que le corresponden al Ejecutivo, que tiene el mandato de la gente. Hay dirigentes que quieren en el Congreso compensar no haber sido elegidos para gobernar. El Congreso puedo tomarse todo el tiempo para discutir normas estratégicas. Acaso pretenden que el Presidente espere que el Congreso discuta el tema, lo analice y después decida.
–Pero, por ejemplo, le compete al Congreso entender en el manejo de la deuda externa.
–El Presidente toma la decisión de pagarle al FMI y luego lo envía al Congreso para convertirlo en ley.
–¿Pero en ese caso no sería un mero aval legislativo en vez de una ley?
–El Presidente tiene la responsabilidad de gobernar el día a día. Tanto en el Congreso como en cualquier otro lugar, cuando los espacios no se ocupan los ocupan otros. Uno puede decir que no hubo muchas sesiones, también puedo decir que no hubo desde la oposición capacidad para construir las mayorías necesarias para sesionar. Como legislador no sólo se tiene la responsabilidad de controlar lo que envíe el Ejecutivo sino también generar iniciativas propias. Que el Ejecutivo haya recurrido a los decretos de necesidad y urgencia también demuestra que los legisladores no fueron capaces de generar normas e iniciativas propias.
–Usted propone una reforma impositiva y proyectos para una distribución distinta del ingreso. ¿Con Roberto Lavagna esto no se podía hacer?
–Estamos frente a una nueva etapa. Lavagna es una etapa superada, ahora hay que darles respuesta a los justos reclamos salariales. Estamos frente a una etapa en la que hay que trabajar fuerte por la justicia social.