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El gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, viene corriendo en un circuito en zigzag. En un momento sostiene una cosa y al otro otra. Así, un día después de considerarse “cada vez más afuera” de la próxima elección, sostuvo que no tendría problemas en competir con el ex presidente Carlos Menem en una interna o con la diputada Elisa Carrió en una campaña presidencial. El Lole apareció anoche en una entrevista televisiva en la que aclaró que recién en un mes o dos definirá el futuro de su postulación. Como si hiciera falta, Reutemann explicó que candidatearse a presidente es algo que viene pensando desde hace tiempo “pero con mucha precaución”.
Reutemann no quiso definirse porque, explicó, al estar en una función ejecutiva tiene responsabilidades cotidianas hacia la gente. Y que ese peso no lo tienen quienes ya no cumplen esa función, en una posible alusión a Adolfo Rodríguez Saá, quien renunció a la gobernación de San Luis para asumir la presidencia por una semana. Hoy, luego de varias apariciones televisivas, Rodríguez Saá supera en las encuestas de intención de voto a Reutemann.
El Lole lanzó lo más parecido a una definición cuando le plantearon posibles escenarios electorales. Por ejemplo, qué pasaría si tuviera que competir con Carrió. “Yo estoy acostumbrado a competir, eso es lo que menos me preocupa”, respondió. Y, acerca de Menem, aclaró que lo respeta pero que no tiene problemas “en competir con nadie”. Ya es un paso adelante: en la anterior campaña siempre aclaró que si se presentaba Menem él bajaba su candidatura. Al final Menem no se presentó pero él la bajó igual.
Supuestamente, Reutemann tiene todo en bandeja para convertirse en el candidato presidencial favorito del duhaldismo. La idea de Eduardo Duhalde es armar una alianza con el santafesino, colocando en el segundo lugar de la fórmula a alguien de su riñón. Incluso se menciona como posible vice a su mujer, Hilda “Chiche” Duhalde, y también al gobernador Felipe Solá. Pero la actitud dubitativa de Reutemann ya está poniendo nerviosos a los duhaldistas, que no saben si pueden contar con el Lole como aliado para la próxima elección.
A Reutemann le molesta que lo presionen. No por nada en la entrevista de ayer recordó las dos veces anteriores en que le ofrecieron ser candidato a presidente y terminó diciendo que no. Antes de responder en forma negativa en aquellas oportunidades, Reutemann también pasó por períodos dubitativos como los que viene atravesando en las últimas semanas. Sin embargo, el gobernador aseguró que no duda. “Las decisiones que tomo, las tomo con seguridad. No es que dude mis decisiones, eso jamás”, sostuvo, en un reportaje al programa de cable “A Dos Voces”, realizado en su despacho en la gobernación de Santa Fe.
Uno de los temas que tocó fue el proyecto presentado por el diputado santafesino Jorge Obeid para anticipar al 9 de marzo los comicios de todos los cargos municipales, provinciales y nacionales. Como Obeid es uno de los promotores de la candidatura presidencial de Reutemann, se sospechaba que el proyecto contaba con la venia del gobernador. Pero, si es por las declaraciones de ayer, no quedó del todo claro. Reutemann dijo que coincide en parte con la consigna “que se vayan todos” pero que –según él– “alguien tiene que quedar”. Para mayor confusión, agregó que en el Congreso “no es tan simple eso de que se vayan todos”.
Reutemann indicó que “confiaba” en los dichos de Duhalde sobre el adelantamiento de las elecciones. “Según sus palabras, si Argentina se serena o entra en aguas más quietas”, el Presidente convocaría a elecciones. Y que ese momento llegaría después del acuerdo con el Fondo. Pero, como casi siempre, arrancarle al Lole una definición tajante es una tarea ímproba. Tanto que, después de decir eso, aclaró que la convocatoria a elecciones anticipadas era una decisión “muy personal” del Presidente.
Tantas idas y vueltas ya provocaron que dentro del PJ a Reutemann se lo conozca, socarronamente, como “el De la Rúa peronista”. Ayer el gobernadordemostró conocer el apodo, que no le gusta pero no le queda otra que “bancársela”. “Habrá que preguntarle a De la Rúa si maneja tan bien como manejaba yo”, respondió. Como cierre, el Lole comparó lo que sería su función como presidente con un piloto de Fórmula 1, su especialidad. “En el equipo Ferrari hay 400, 500 personas y todos tienen importancia. Si uno comete un error, Schumacher no festeja. Un gobierno es exactamente lo mismo. Puede tener la inteligencia de un presidente que puede ser Schumacher y tiene que tener todo un equipo de colaboradores.”