La polémica por la reunión de Aníbal Ibarra con algunos de los testigos del juicio volvió ayer al recinto. “Yo no pedí una reunión con la defensa”, dijo el inspector José Marcó del Pont, otro de los mencionados por el testigo César Suárez Carpenzano. Marcó del Pont admitió que fue al encuentro con Ibarra y reconoció a uno de los defensores, Fernando Castejón, pero aseguró que fue por su propia voluntad y que no sabía que Ibarra iba a estar. Pese a que Carpenzano envió un documento aclarando que no recibió una orden de ir a esa reunión –a diferencia de lo que dijo en el recinto–, el fiscal Rubén Devoto advirtió que denunciará penalmente al suspendido jefe de Gobierno por “coacción agravada”.

Marcó del Pont sostuvo que leyó el dictamen de la comisión acusadora y se sintió tergiversado. “Me pareció que había mala intención y por eso me preocupé. No tengo capacidad adquisitiva para recurrir a un profesional, por eso solicité una reunión con abogados”, dijo. “El viernes me llaman y me comentan de la reunión en Arenales al 1600”, explicó y señaló que estuvieron Carpenzano, Virginia Brizuela y Marcela Velazco, que también debía declarar ayer, pero faltó. “Subimos y estaba Paula Trunso, mi jefa. Al rato, se presenta Aníbal Ibarra. Yo no sabía que iba a estar. La conversación giró en torno de cómo iba a ser el juicio”, destacó.

Por su parte, Devoto adelantó que hoy su asesor, el abogado Marcelo Parrilli, va a presentar una denuncia penal por “coacción agravada” contra Ibarra por este encuentro con los testigos. “No le vamos a dejar pasar ni una sola maniobra más”, destacó el legislador del bloque Desde Abajo. “Los testigos fueron llamados a una reunión por sus superiores y se encontraron con Ibarra. Esto es, a pesar de que digan lo contrario, una presión sobre los declarantes y, por lo tanto, es coacción agravada”, concluyó.