“Hay un sector que se comportó antisocialmente y como Gobierno sabemos qué medidas debemos tomar”, arremetió Felisa Miceli en cuanto se dio a conocer la inflación de enero. El Indice de Precios al Consumidor aumentó 1,3 por ciento el mes pasado, en gran medida por el impacto del rubro turismo, que se encareció nada menos que 7,2 por ciento. La ministra de Economía amenazó con castigar a ese sector y, en particular, a los empresarios hoteleros, debido a que los precios del alojamiento subieron 44 por ciento. El resultado del costo de vida fue mayor a lo que esperaba el equipo económico a comienzos del mes pasado, pero de todos modos aceptable. Hubo una baja contra enero de 2005, cuando dio 1,5 por ciento, y los acuerdos de precios volvieron a funcionar. De todos modos, la canasta básica alimentaria trepó 1,0 por ciento.

“Queremos llamar la atención sobre los empresarios del sector turismo y en especial de alojamientos, ya que el deseo de lograr rentabilidad rápidamente atenta contra la dinámica del sector a mediano y largo plazo”, remarcó Miceli. Luego advirtió que hay medidas en estudio para forzarlos a cambiar de actitud, pero esquivó cualquier precisión sobre cuáles son esas iniciativas y en qué momento podrían aplicarse. Lo único que dijo fue que durante la tarde de ayer se reunió con el secretario de Turismo, Enrique Meyer, para “encontrar programas de trabajo que permitan resolver estas cuestiones”.

Unas horas antes de que el Indec divulgara los informes sobre precios, los empresarios turísticos quisieron mostrar buena letra, aunque, como quedó claro, no lograron evitar los reproches y quedar en la mira del Gobierno. La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra) anunció que más de 480 hoteles de uno a cinco estrellas y 300 restaurantes de 17 destinos turísticos del país adhirieron al plan de descuentos diseñado por la entidad para “combatir la inflación”. Entre los destinos figuran Mar del Plata, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Paraná, Posadas, Iguazú, Viedma, Villa La Angostura y el Partido de la Costa. Hay tarifas promocionales en hoteles que “implican descuentos de hasta 25 por ciento sobre los precios de mostrador” y “rebajas del 20 por ciento sobre los valores de las cartas”.

El rubro esparcimiento, donde está incluido turismo, explica la mitad de la inflación de enero. Más exactamente: 0,66 punto del 1,3. Es muy poco usual una incidencia semejante. El turismo, en particular, trepó 16,7 por ciento.

Mucho más atrás del desproporcionado 7,2 por ciento de suba del rubro esparcimiento, pero también con un importante impacto, se ubicaron los incrementos de las empresas de medicina prepaga. El rubro atención médica y gastos para la salud aumentó 1,8 por ciento. Dentro de ello, el subrubro que involucra a las prepagas se elevó 3,1 por ciento.

En cuanto al funcionamiento de los acuerdos de precios, Miceli destacó que “estamos satisfechos porque se quebró la inercia inflacionaria que venía desde noviembre”. Si bien el 1,3 por ciento es un nivel elevado, también es cierto que los sectores donde operaron los acuerdos de precios mostraron comportamientos moderados. ¿Entonces cómo se explica que el rubro alimentos y bebidas haya aumentado 0,9 por ciento y la canasta básica alimentaria lo haya hecho 1,0 por ciento? Miceli explicó que la razón fueron “las alzas en productos estacionales, como frutas y verduras, que en esta oportunidad fueron impactados por cuestiones climáticas”.

Por cierto, la canasta alimentaria estuvo influida por los incrementos de 39,4 por ciento de la manzana, 36,4 de la lechuga, 27,9 del zapallito, 9,7 del tomate redondo, 9,1 de la papa y 8,8 de la zanahoria. Pero otros bienes del rubro alimentos que firmaron acuerdos con el Gobierno los reflejaron: el sachet de leche bajó 1,3 por ciento, el queso crema y el queso quartirolo descendieron 1,8, el aceite mezcla cayó 2,0 por ciento y los fideos secos tipo guisero disminuyeron 1,1. También bajó la carne, 0,5 por ciento en promedio, con caídas de 1,6 por ciento en asado, 1,7 en carne picada, 0,9 en la paleta y 0,8 en la nalga.Dentro del rubro alimentos y bebidas, detrás de las frutas (que subieron en promedio 5,9 por ciento) y verduras (5,2), lo que más aumentaron fueron las comidas en restaurantes (2,0 por ciento) y las comidas en rotiserías (1,0). De allí que se puede determinar que los acuerdos de precios funcionaron. Los alimentos para consumir en el hogar subieron 0,7 por ciento.

En cuanto al rubro vivienda, ocupó el cuarto lugar de aumentos, con 0,8 por ciento. El subrubro alquileres trepó otro 2,0 por ciento, lo que muestra que este sector sigue con una tendencia alcista. Finalmente, Equipamiento del hogar subió 0,6 y Educación, 0,1 En cambio, también por una cuestión estacional, la Indumentaria bajó 2,3 por ciento.

El Indec precisó que en relación con enero de 2004 el costo de vida se incrementó 12,1 por ciento y desde la salida de la convertibilidad aumentó 74,6 por ciento. Por su parte, los precios mayoristas subieron en enero 1,3 por ciento y el costo de la construcción, 0,8 por ciento.