EL PAíS
Duhalde saca pecho y dice que “lo peor de la crisis ya pasó”
Como para bajar línea, habló de la inflación frenada, de mejoras y del próximo “ciclo virtuoso” de la mano de los empresarios.
“Lo peor de la crisis ya pasó”, se entusiasmó ayer el presidente Eduardo Duhalde mientras hacía su clásico programa de los sábados en Radio Nacional. La confianza del Presidente –espontánea o impostada, nunca se sabe– quedó resumida en esa frase, optimista y cargada de buenos augurios. “Pese a que hubo presagios hiperinflacionarios, la inflación fue baja en relación al mes anterior y aspiramos a que este mes de junio sea inferior aún a la de mayo, que fue del 4 por ciento”, confió, esperanzado, el jefe de Estado.
Esos indicadores permitirían, siempre en la visión de Duhalde, ilusionarse con un esbozo de reactivación. Para el ex senador bonaerense, un leve repunte de la actividad económica sería un broche de oro ideal para terminar su gestión y entregar el mando a su sucesor. Además, ése fue siempre uno de las aspiraciones del Presidente, que más de una vez declaró que el 9 de Julio se festejaría no sólo la independencia política declarada en 1816, sino también el final de la depresión económica. Ayer, por caso, Duhalde se ilusionó con el inicio de “un ciclo virtuoso”.
“(La baja de la inflación de mayo) es un buen índice que nos permitirá, no solamente generar mejores expectativas, sino también reafirmar que la devaluación que se ha operado en la Argentina es competitiva”, conjeturó el Presidente ayer a la mañana desde su programa “Conversando con el Presidente” que emite a la usanza de Hugo Chávez y George Bush (h), por radio Nacional. “Apenas tengan capital de trabajo nuestros empresarios y productores, Argentina va a iniciar un ciclo virtuoso”, prometió luego Duhalde, que anhela finalizar su mandato como el dirigente que estabilizó al país tras el default externo y el derrumbe del gobierno de Fernando de la Rúa.
Claro que para ubicar al país en el contexto mundial, o para lograr una cierta reactivación –las dos metas de Duhalde, según sus dichos–, se necesitará tiempo, y ésa es, como se dijo, la última apuesta del Presidente. Ayer, el propio interesado acudió nuevamente a ese recurso, y señaló que su tarea será aquietar las aguas y “allanarle el camino” al próximo Gobierno (o “hacer el trabajo sucio”, como decían en off the record un par de gobernadores del PJ). “Creo que en este año y pico que falta para las elecciones es el tiempo justo para que no vayamos a un nuevo gobierno de transición sino a un gobierno que ya pueda tener allanado los graves problemas que hoy tiene”, dijo Duhalde.
Duhalde quiere seguir siendo presidente por lo menos hasta marzo de 2003. Sabe que será difícil lograrlo entre tantos rumores (y operaciones) de elecciones anticipadas. Preocupado por eso, ayer recurrió –como lo viene haciendo desde hace tiempo– a un recurso pensado exclusivamente para mantenerse en la Rosada: aseguró que en la situación actual sería negativo convocar a las urnas porque no hay “organización de los partidos”, y subrayó que “el tiempo que falta para las elecciones es el justo para llegar a un gobierno que tenga el camino allanado”. Según Duhalde, algunas señales positivas justificarían el término “camino allanado”: el índice de inflación de mayo fue más bajo que el de abril, y el de junio, en los pronósticos oficiales, “va a ser más bajo aún”.
En sus declaraciones de ayer, el Presidente reveló cuáles son sus aspiraciones para lo que le queda de mandato en la Rosada. Su deseo más profundo es prolongar su estadía en Balcarce 50 para llegar, como mínimo, a marzo de 2003 (ver asimismo página 9). “La tarea de un gobierno de transición es, primero, reinsertar a la Argentina en el mundo”, recalcó Duhalde en su espacio radial de los sábados, y luego agregó que, una vez reinsertado el país en el mundo, habrá que “ordenar una salida, pero que ya es imposible pensar que pueda hacerse muy rápidamente como algunos sectores lo plantean”.