Jorge Silveira, José Ricardo Arab, Ricardo Medina Blanco. Los tres son represores uruguayos; los tres están detenidos en ese país y los tres son reclamados por la Justicia argentina por el asesinato de María Claudia García Irureta Goyena, la nuera del poeta Juan Gelman. Fueron los últimos en verla con vida y uno de ellos fue quien la asesinó, según relató una alta fuente militar de Uruguay. La información cierra aún más el círculo sobre los responsables del homicidio de la joven.

Los tres represores que vieron por última vez viva a la nuera de Gelman fueron detenidos en mayo pasado por orden del juez federal argentino Guillermo Montenegro. Entonces, el magistrado ordenó además el arresto de Gilberto Vázquez, Ernesto Rama, José Gavazzo, a quienes se vincula también con el secuestro y asesinato de Irureta Goyena. A las detenciones les siguió un pedido de extradición para que sean juzgados en la Argentina por ese crimen.

El caso de la nuera de Gelman cobró impulso a partir de las medidas adoptadas por Montenegro en el marco de la causa abierta en Buenos Aires. El gobierno de Tabaré Vázquez lo excluyó en su momento de los alcances de la Ley de Caducidad –que consagró la impunidad de los represores uruguayos–, pero la Justicia de ese país decidió después archivarlo. De ser juzgados en la Argentina, los asesinos de Irureta Goyena recibirían el castigo que no se les aplicó en Uruguay.

Una alta fuente militar uruguaya contó ahora al diario La República –según consignó ayer en su tapa ese matutino de Montevideo– que Silveira, Arab y Medina Blanco fueron quienes trasladaron a Irureta Goyena al lugar donde la asesinaron y que uno de ellos fue su verdugo. La versión es concordante con otras anteriores que sindican a Medina Blanco como presunto autor material del homicidio de la joven.

Medina Blanco es un ex policía que se convirtió en agente de inteligencia y actuó en los grupos de tareas uruguayos bajo el alias “El Conejo”. Hay indicios que hacen presumir que Medina Blanco participó en junio del ’76 en los primeros operativos contra uruguayos radicados en la Argentina.

Irureta Goyena fue secuestrada en Buenos Aires en agosto de ese año y trasladada ilegalmente a Montevideo. Entonces, también fue detenido su esposo, Marcelo Gelman, quien fue ejecutado y cuyo cuerpo fue encontrado después en Buenos Aires. La joven estaba embarazada de una beba de siete meses de la que se apropió tras su nacimiento un policía uruguayo. Gelman recuperó finalmente a su nieta Macarena hace unos años, pero aún se desconoce el destino final de su nuera.

Según el nuevo relato, Medina Blanco fue uno de los que participó de la ejecución de Irureta Goyena en el Batallón de Infantería Paracaidista número 14. Los otros fueron el ex capitán Arab y el coronel retirado Silveira. Ambos eran miembros del Ejército y están hoy detenidos a la espera de su eventual extradición a la Argentina en la misma prisión que el ex policía devenido en espía: la Cárcel Central de Uruguay.

De acuerdo con la fuente militar, la nuera de Gelman fue llevada hasta allí para su “disposición final” desde la Base Valparaíso, donde se la mantenía secuestrada. Del traslado participó también el entonces jefe del Departamento II del Comando, el teniente coronel Juan Antonio Rodríguez Buratti, quien no completó el viaje hasta el interior de la unidad militar en la que fue asesinada.

Pocos días antes de que la mataran, la nuera de Gelman había dado a luz a su hija en el Hospital Militar. La beba fue entregada en enero de 1977 al comisario Angel Tauriño. Los encargados de la entrega fueron Silveira y Medina Blanco.