El conflicto en el Hospital Francés promete no detenerse. La Justicia ordenó el procesamiento de veintitrés protagonistas de las jornadas de protesta y de quienes intentaron reprimirlos. Entre ellos se encuentran el interventor José Luis Salvatierra y Sergio “La Tuta” Muhamad, el ex empleado de la ciudad de Buenos Aires, kirchnerista y jefe de la patota de seguridad que arremetió contra la protesta de los trabajadores. Ambos fueron procesados por lesiones, daño agravado e instigación al delito. La medida alcanzó también a los delegados gremiales del hospital. “Es una forma de meternos a todos en la misma bolsa o de levantar la teoría de los dos demonios”, protestó José Víctor Garay, delegado, ex camillero y personal de limpieza del hospital. Hoy, a las 13.30, los trabajadores vuelven a reunirse en asamblea.

La decisión del procesamiento por la protesta del 11 de octubre corrió por cuenta del juez de Instrucción Javier Anzóategui y el resultado sorprendió a los trabajadores. El auto de procesamiento que firmó el juez el viernes pasado alcanzó no sólo a la intervención del hospital y a quienes reprimieron la protesta durante los desmanes, sino también a una veintena de empleados y delegados.

Para el juez, el barrabrava Muhamad y David Garuti, delegado del Francés, son coautores del supuesto delito de “lesiones leves, amenazas simples, atentado a la autoridad agravado por haber sido cometido por una reunión de más de tres personas y daño agravado”. El procesamiento no incluyó detenciones, pero sí un embargo de veinte mil pesos. La medida alcanzó en los mismos términos al resto del personal.

“De toda mi vida sindical es la primera vez que tengo una causa. Nunca tuve ninguna: ni siquiera cuando era pibe a la salida de una disco”, dice José Garay, todavía consternado, a Página/12. Garay trabaja en el Hospital Francés desde hace veinte años. Fue camillero largo tiempo, pero en los últimos años un cambio de horario lo dejó trabajando entre la gente de mantenimiento. Sus compañeros lo eligieron delegado en períodos alternativos y ahora lleva nueve años consecutivos en la comisión interna con ese cargo. “Tuvimos conflictos con todos –dice–, con todos los gobiernos desde (Raúl) Alfonsín hasta (Carlos) Menem y después cuando la patronal nos bicicleteaba con los pagos de los patacones.” Aun así, “jamás tuvimos una causa, a lo sumo nos mandaban a la policía que daba una vuelta y se iba”.

Eso que ellos llaman judicialización de la protesta gremial y denuncian otros gremios en el marco de otro tipo de reclamos será debatido hoy, a partir de las 13.30, cuando una asamblea de trabajadores del hospital se dé cita para retormar la discusión. “Nos prometieron la reactivación del hospital y nosotros estamos abiertos al diálogo, pero desde hace una semana estamos esperando una charla pendiente con Alberto Fernández (el jefe de Gabinete)”, explicó en este caso Mónica Melián, otra de las delegadas.

El Gobierno prometió hace una semana la reincoporación de 70 empleados despedidos y la creación de un fideicomiso para pagar los sueldos del personal, suspendidos desde hace cuatro meses. De acuerdo con los datos de los delegados, parte de esos compromisos ya fueron asumidos, pero todavía faltan otros. La dirección del hospital reintegró a diez empleados despedidos y admitió el reingreso de otros 70 que habían sido suspendidos. “Todos ellos ya están fichando, como se dice”, dijo Melián. El punto que les queda para discutir es cómo, quién y cuándo se integrará el fideicomiso.

La asamblea pasará revista sobre este tema. Los empleados votarán a favor o en contra de una propuesta del sindicato. “Nos quieren pagar el 80 por ciento de los sueldos durante los próximos diez meses y al final pagarnos los cuatro meses de deuda”, explicó Garay. La decisión puede ser aceptada, rechazada o mejorada.

Ayer, durante una conferencia de prensa, David Garuti explicó que “el hospital sigue sin reactivarse; los insumos que prometió el Gobierno hasta ahora no llegaron”. El delegado precisó: “Estamos dispuestos al diálogo y seguimos a la espera de una reunión porque la que estaba prometida para la semana pasada no se realizó”. Sobre el problema de fondo el delegado expresó que “continúan dirigiendo el hospital quienes permitieron el ingreso de los patoteros barrabravas que golpearon a los trabajadores y produjeron destrozos de las instalaciones”.