El Estado argentino reclamó ayer ante el secretariado general de Interpol que sean librados bajo el sistema de “difusión roja”, o de máxima prioridad, los pedidos de captura que expidió la Justicia argentina contra los nueve sospechosos del ataque a la sede de la AMIA en 1994, entre los que se encuentran el ex presidente iraní Alí Bahramie Rafjansani y otros siete funcionarios y militares de esa nacionalidad, junto con un ingeniero libanés. Argentinos e iraníes fueron citados por las autoridades de la Policía Internacional, al haber impugnado los islamistas el pedido del juez Rodolfo Canicoba Corral hecho en noviembre.

La delegación argentina que desembarcó en la ciudad francesa de Lyon, donde está la sede central policial, estaba conformada por funcionarios de la Cancillería, y la encabezó el fiscal federal Alberto Nisman, quien presentó formalmente la petición de la nomenclatura de la difusión de la captura de los acusados. Las órdenes habían sido emitidas por el juez Canicoba Corral en noviembre del año pasado, ya que entendía que los iraníes tenían algún grado de responsabilidad en la explosión de la bomba que estalló la mañana del 18 de julio de 1994.

Los iraníes señalados son, además de Rafjansani, ex ministros, dos comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní, el libanés Moughnieh y tres representantes gubernamentales iraníes en Argentina al momento del atentado: el entonces embajador Hadi Soleimanpour, el consejero cultural Mohsen Rabbani y el tercer secretario Ahmad Ashgari.

Por su parte, la representación de la República Islámica de Irán exhortó a que se rechazaran los pedidos de Argentina, basándose en la decisión anteriormente tomada por Interpol, en la que habían suspendido la búsqueda de los sospechosos tras su absolución hace dos años. En aquel momento eran cinco los acusados que fueron enjuiciados como cómplices del ataque que provocó la muerte de 85 ciudadanos argentinos.

En el sitio oficial de Interpol se puede observar que parte de los argumentos esgrimidos por Irán apuntaban a que las órdenes del juez eran “infundadas”, denunciaban la inexistencia de documentación que respaldara los cargos que se les imputaban a sus ex funcionarios y que la acusación estaba “políticamente motivada”. A partir de marzo, las autoridades policiales adoptarán alguna medida sobre las presentaciones hechas por ambos representaciones.

La decisión tomada por las autoridades judiciales argentinas generó malestar entre los presidentes de los dos países, lo que derivó en constantes roces diplomáticos en los últimos meses. El presidente Néstor Kirchner optó por no viajar a la asunción como presidente de Rafael Correa en Ecuador, por la presencia del iraní Mahmoud Ahmadinejad en el acto.