EL PAíS › INVESTIGAN SUBFACTURACION DE EXPORTACIONES EN EL PRIMER CUATRIMESTRE DEL AÑO
Nada por acá y nada para el Estado
La Aduana investiga una subfacturación de exportaciones de 900 millones de dólares, que significaría una evasión de retenciones de 400 millones de pesos. Mientras que las exportaciones argentinas subieron en volumen por la devaluación, aparecen como bajando en montos. Al no liquidar los dólares en el país, se complica el mercado cambiario.
Claves
- La subfacturación de exportaciones se habría registrado en los primeros cuatro meses de este año.
- La diferencia entre lo declarado y los valores de mercado llega a los 900 millones de dólares.
- Las exportaciones argentinas subieron un 5,1 por ciento.
- Sin embargo, fueron declaradas ante el INdEC con una baja de casi el 6 por ciento.
- La Dirección General de Aduanas está investigando a las exportadoras de granos Nidera, Bosch, Dreyfus y Cargill.* Esta diferencia explicaría por qué las exportaciones no suben pese a la devaluación y pese a que, en volumen, se vende más al exterior.
- Los evasores se habrían ahorrado pagar 400 millones de pesos en impuestos. Para peor, no habrían liquidado los dólares en el país, lo que complica controlar su cotización.
Por Claudio Scaletta
En el primer cuatrimestre de 2002 se habría producido una subfacturación de exportaciones cercana a los 900 millones de dólares. El dato surge de la diferencia entre los precios internacionales de las mercancías vendidas al exterior y los valores efectivamente declarados por los exportadores. Mientras que a los precios del mercado internacional los volúmenes exportados deberían haber mostrado un alza en su valor total del 5,1 por ciento, el valor registrado por el Indec cayó cerca del 6 por ciento. Estos últimos datos resultan de un exhaustivo análisis sectorial realizado por el Instituto de Estudios Fiscales y Económicos (Iefe). Cereales, combustibles, aceites y manufacturas de origen industrial son los rubros que arrojan mayores diferencias. Página/12 pudo saber que la Dirección General de Aduanas ya investiga a las multinacionales Nidera, Cargill, Bosch y Dreyfus.
La subfacturación podría contarse entre las razones más fuertes para explicar por qué las exportaciones argentinas no despegan a pesar de la sensible mejora de competitividad resultante de la devaluación. También, para interpretar el virtual estancamiento de los ingresos por ventas al exterior a pesar del aumento en los volúmenes comercializados. El incentivo para subfacturar es fuerte. El “ahorro” por la evasión de retenciones es de casi 400 millones de pesos. Esto es, 100 millones mensuales, lo suficiente como para ampliar en más de 600.000 el número de personas que reciben el plan para jefes y jefas de hogar desocupados.
Pero la incidencia negativa no es sólo fiscal. El total de lo subfacturado puede escapar a la obligación de ser liquidado en el mercado cambiario local, sumando un elemento extra a la histeria que periódicamente rodea a la suba del dólar y acelerando el drenaje de las reservas del Banco Central. Los montos subfacturados representan un piso del 10 por ciento del total de divisas liquidadas mensualmente.
De acuerdo con las cifras suministradas por el Indec, si se comparan los volúmenes exportados durante los primeros cuatro meses del año con igual período de 2001 el aumento es del 6 por ciento. No obstante, en términos de valor, el resultado es inverso. Se registra una caída del 5 por ciento. La diferencia se explica por una baja en los precios de las mercancías exportadas que llegaría al 11 por ciento en promedio. Esto es así porque los precios calculados por el Indec surgen directamente del cociente entre los volúmenes exportados (sea por unidades o por peso) y los valores declarados por los exportadores.
La salida de las mercaderías está sujeta al control aduanero y suele ser de dificultosa evasión. Según la investigación del Iefe, “no puede sub o sobre calcularse sin correr excesivos riesgos en el control”. Con el valor, en cambio, es más fácil. La Aduana suele confiar en el precio declarado por el exportador.
A esto se agrega que, dada la trasnacionalización de la economía argentina, muchas exportaciones son operaciones intrafirma, es decir realizadas entre subsidiarias de una misma empresa o de la subsidiaria con la matriz. De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este diario, uno de los casos que investiga la DGA es el de ventas “en consignación”que realizan algunas petroleras, ventas en las que no existe precio al momento de la salida de la mercadería.
Debido a que las bajas de precios mostradas por el Indec resultaban, a simple vista, mayores que las observables en los mercados internacionales, el economista del Iefe Guillermo Bellingi, autor de la investigación, se preguntó si no existían razones “ajenas a la coyuntura” para explicar la diferencia. Las alternativas señaladas por Bellingi fueron dos:
- Los exportadores están concediendo rebajas extraordinarias en sus precios en dólares, por ejemplo para ganar mercados, resignando una parte de las ganancias obtenidas por la devaluación.
- Se está produciendo una fuerte subfacturación de los valores exportados.
La investigación mostró que, en general, los precios internacionales de los principales productos de exportación del país efectivamente cayeron durante el primer cuatrimestre respecto de igual período del 2001. La baja más fuerte se produjo en el petróleo crudo (-20 por ciento el WTI y -13 el Brent), seguido por los productos de soja (-7), trigo (-4), maíz y soja (-2 por ciento). Sin embargo, MOAs como el aceite de girasol o el de soja, aumentaron sus precios el 22 y el 45 por ciento, respectivamente. Pero, en conjunto, la baja promedio de estos precios resulta muy inferior a la registrada por el Indec.
El informe del Iefe concluye que:
- Mientras que en el mercado internacional la máxima caída del crudo llega al 20 por ciento, las cifras declaradas por los exportadores resultan un 30 por ciento menores. Si las petroleras no están vendiendo por debajo del precio internacional, esto significa una subfacturación cercana a los 400 millones de dólares.
- También en el rubro combustibles resulta llamativo que mientras los precios declarados en las exportaciones muestran una caída del 30 por ciento, los de las importaciones cayeron solo el 17 por ciento.
- En cuanto a las MOAs, el índice de precios que surge de las declaraciones muestra una baja del 4 por ciento en promedio. En el mercado internacional, a pesar de algunas pequeñas bajas, las principales exportaciones del rubro muestran subas importantes de hasta el 45 por ciento.
- En los productos primarios, el promedio de bajas de precios declarado es del 5 por ciento. Los precios internacionales de los productos que exporta la Argentina cayeron menos: 4 por ciento el trigo y 2 la soja y el maiz. El sorgo, en tanto, no registró cambios. Dados los volúmenes comercializados, la subfacturación en el rubro superaría los 300 millones de dólares.
La reconversión del comercio exterior argentino tras la devaluación, a lo que se suma la experiencia de la historia económica argentina, tendría que haber resultado suficiente advertencia para las organismos de control fiscal y aduanero. Aunque la DGA argumenta haber advertido el problema desde su inicio, hasta ahora no se ha llegado a ningún resultado. Además, a pesar de las bajas en las retenciones de algunos productos, los incentivos para subfacturar no sólo no desaparecieron, sino que estarán en directa relación con al ritmo de la suba del dólar.