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En junio, Página/12 publicó dos reportajes a personalidades de influencia en la política europea, que permiten apreciar el debate ideológico que tiene lugar en estos momentos en ese continente. Uno fue realizado a Anthony Giddens, director de la London School of Economics e ideólogo de la “Tercera Vía” en la versión encarnada por el primer ministro británico Tony Blair. El otro, a Edmund Stoiber, primer ministro bávaro y presidente de la Unión Social Cristiana (CSU) de Alemania, quien podría derrotar a los socialdemócratas en las elecciones que tendrán lugar en este país en setiembre. Este líder conservador alemán plantea hacer reformas de esta orientación, pero sin que esto provoque situaciones traumáticas o conflictivas, planteando que “no podemos pedir demasiadas reformas a los ciudadanos”, oponiéndose a la posibilidad de establecer un “régimen laboral a la norteamericana”, manifestándose en contra de la alternativa de anular las indemnizaciones por despido, descartando al respecto las “posiciones radicales”.
En materia de inmigración –el tema central de la ultraderecha europea-, Stoiber plantea una política moderada, planteando la necesidad de políticas de integración para los recién llegados y rechazando cualquier tentación populista o antisemita. En síntesis, el nuevo líder conservador alemán plantea “vencer a la izquierda con las armas de la izquierda”, no diferenciándose demasiado del canciller socialdemócrata Gerhard Schroeder y su coalición social-demócrata-verde, planteando que la diferencia está en que los conservadores son más “capaces” y “serios”.
Desde otra perspectiva ideológica, plantea que el giro socialdemócrata que se dio en la segunda mitad de los años noventa se debió a que los partidos de esta orientación, como el Laborista británico, moderaron su propuesta para dirigirse a un público más amplio. Sostiene que “tradicionalmente, la izquierda se ha ocupado de unos temas y la derecha de otros temas”, pero destaca que “la generación actual de jóvenes es liberal en cuestiones sociales, pero no quiere volver al modelo de gran Estado tradicional de la posición de las izquierdas”, agregando que “cualquier partido de izquierda, o de centroizquierda, debe tener en cuenta esto, reconocer que así es el electorado”.
Cuando se lo interroga acerca de por qué el Laborismo británico no tiene por delante la posibilidad de una derrota electoral, como la sufrida por el socialismo en Francia o la que pueden tener los socialdemócratas en Alemania, sostiene que es “porque los cambios que hizo el Nuevo Laborismo le permitieron alcanzar un electorado más amplio. Mucha gente que jamás había votado por los laboristas lo hizo, y eso es gracias a los cambios”, agrega que una de las cosas que ha hecho el “Nuevo Laborismo” “es ocupar un territorio que solía pertenecer a los tories” no dejando “ningún asunto a la derecha”. Concretamente, Giddens sostiene que “no se dice: son asuntos de la derecha y no tenemos nada que decir. No se deja la inmigración, no se deja la competitividad económica, no se deja el crimen a la derecha. Se buscan soluciones de centroizquierda a problemas de la derecha”.
Es así como el ideólogo de la Tercera Vía británica propone soluciones socialdemócratas para los problemas de la izquierda, mientras que el nuevo líder conservador alemán anuncia “vencer a la izquierda con las armas de la izquierda”. Pareciera en consecuencia que los socialdemócratas giran a la derecha y los conservadores hacia el centroizquierda y algo de esto sucedió con la reciente y exitosa campaña electoral de la derecha francesa, donde se moderó para captar votantes de centroizquierda temerosos por el avance de la ultraderecha. Pero en ambos casos, tanto Stoiber como Giddens coinciden en la necesidad de que la propuesta política se estructure más sobre cuestiones concretas que sobre grandes principios ideológicos y que se asuman los temas prioritarios de lasociedad, aunque en el pasado éstos hayan sido patrimonio de los adversarios políticos.
Frente a ello, la política latinoamericana no parece encajar demasiado en esta tendencia. Quizás ello sea porque la moderación ideológica tiende a darse cuando una sociedad tiene cierto grado de bienestar económicosocial y en cambio en las grandes crisis –como hoy tiene lugar en la Argentina y está sucediendo también a suceder en el resto de la región–, las propuestas políticas tienden a ideologizarse más.
* Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.