[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El ministro del Interior, Jorge Matzkin, hizo ayer el anuncio oficial de la convocatoria a elecciones en medio de un debate entre dos puntos de vista. Elisa Carrió, Luis Zamora y otros candidatos y fuerzas cuestionan que la convocatoria le da la espalda al que se vayan todos, ya que de hecho sólo habrá elección para presidente y vice, en tanto que sólo la mitad de los diputados y un tercio de los senadores se elegirán a fines del año que viene. Desde otro ángulo, el menemismo y el radicalismo también anunciaron cuestionamientos judiciales a la convocatoria porque están en contra de que los afiliados de un partido puedan votar en la interna de otro. Lo más probable es que haya jueces que traben el proceso.
Los cuatro decretos ratifican el cronograma electoral que se conoce:
- 25 de septiembre: último día en que se pueden presentar candidatos y listas.
- 25 de noviembre: interna abierta simultánea para todos los partidos que tengan dos o más listas. El que tiene lista única no necesita hacer interna. En esas internas se votarán candidatos a presidente, vice, diputados y senadores, aunque la elección de estos últimos se haga casi un año más tarde.
- 30 de marzo: elección general a presidente y vice. Algunos distritos, como la Capital Federal, ya convocaron también para ese día la elección de jefe de gobierno y hay distritos en que se hará la elección de diputados.
- 27 de abril: se hace la segunda vuelta o ballottage en caso de que el candidato ganador no haya sacado el 45 por ciento ni le haya sacado diez puntos de diferencia al segundo.
- 25 de mayo: renuncia de Eduardo Duhalde y asume el presidente electo.
Hay dos datos importantes de la reglamentación de las internas:
- El candidato que haya perdido en una interna no podrá presentarse por fuera de ese partido en la elección presidencial.
- No habrá corte de boleta en la interna: el ciudadano no podrá votar, por ejemplo, a De la Sota como candidato presidencial del PJ y a la lista de la corriente de Menem para diputados.
De la reglamentación surge que si un candidato gana la interna puede hacer un frente aun con un candidato derrotado en la interna: el ganador renuncia a su candidatura y el partido inscribe una fórmula donde el perdedor es consagrado candidato presidencial y el perdedor candidato a vice.
Matzkin le salió al cruce a Carrió y Zamora: “Actuamos dentro de la legislación actual. Se renuevan los cargos que esa legislación indica. No se van todos sino que votan todos”, dijo reconociendo que la renovación será muy parcial pero que cualquier ciudadano podrá votar en las internas.
Pero el mayor cuestionamiento viene de la UCR y el menemismo. Javier Mouriño, en nombre del comité de campaña del riojano, adelantó que “vamos a impugnar judicialmente los decretos, pidiendo su inconstitucionalidad y que la Justicia detenga la puesta en marcha de la convocatoria. Acá la idea es alquilar aparatos partidarios para perjudicar a Carlos Menem. El aparato del ARI (sic) terminará jugando contra Menem”. También el radicalismo hará presentaciones judiciales en el mismo sentido. Ambas fuerzas argumentan que no se puede permitir a los afiliados de unos partidos votar en las internas de otros, aunque en verdad las únicas dos fuerzas con gran cantidad de afiliados son el PJ y la UCR, aun cuando los ciudadanos se afiliaron a esos partidos hace mucho.
- El menemismo no quiere que haya radicales concurriendo a la interna del PJ, supuestamente porque votarían en contra de Menem.
- El radicalismo sostiene que hay provincias donde los peronistas irían a votar en la interna radical para perjudicar a algún candidato o postular al peor radical que después perdería fácilmente la elección con el PJ. Matzkin ratificó que los decretos permiten a cualquier ciudadano votar en cualquiera de las internas y, al mismo tiempo, manifestó que es imposible ahora hacer padrones con los afiliados a cada partido y los independientes. Se usará el padrón general.
Da la impresión de que todo va a terminar en la Justicia, se sucederán las apelaciones y, por lo que se puede percibir, el final es incierto.