La campaña porteña que los llevó divididos terminó. Pero no importa. Los socialistas siguen sacándose los ojos. El sector que acompañó a Daniel Filmus le pidió la renuncia a la presidencia del partido a Roy Cortina, alineado con el jefe de Gobierno Jorge Telerman. Cortina contraatacó: el tribunal de disciplina del partido expulsó a Raúl Puy, legislador electo por la lista que encabezó Aníbal Ibarra.

Puy encabezó el pedido de que renuncie Cortina, con quien mantuvo una disputa permanente durante la campaña: los disidentes llegaron a hacer una conferencia de prensa con la viuda de Alfredo Bravo para criticar el uso de la imagen del fallecido dirigente en un afiche de apoyo a Telerman. Ese mismo día, Cortina consiguió que la Justicia les prohibiese utilizar el logo oficial del partido en las boletas electorales.

La pelea alcanzó hasta el último fin de semana antes de las elecciones: mientras Telerman se mostraba en el congreso nacional del socialismo, que ungió como candidata a presidente a Elisa Carrió, los disidentes participaron de un acto con el ministro de Educación, Daniel Filmus, quien inauguró un salón del Palacio Pizzurno con el nombre de Bravo. Ese día publicaron una solicitada en la que informaban su adhesión irrestricta a la candidatura de Filmus.

La lista de firmantes fue prácticamente la misma que apareció bajo el pedido de renuncia de Cortina: Puy, el ex diputado Héctor Polino, la cantante Susana Rinaldi y otros dirigentes del laportismo como Alberto Berreta, Fernando Finvarb y Mariana Alanís. Todos demandaron la cabeza de Cortina por el “fracaso” y la “rotunda derrota” de una “candidatura de centroderecha representada por la figura de Telerman”. Los dirigentes anunciaron que formarán una nueva conducción de la Capital.

“Puy envió este comunicado porque sabía que hoy (por ayer) estaba la resolución del tribunal de disciplina del partido, por el que Puy fue expulsado”, rebatió ante Página/12 el ministro de Descentralización porteño. “La verdad que me causa gracia, es un grupo irrelevante. El único que tiene un poco de prestigio es Polino. El resto están comprados con Fernández e Ibarra”, aseguró.