Jueves, 2 de agosto de 2007 | Hoy
EL PAíS › KIRCHNER CERRO SU GIRA CON ENCUENTROS CON EMPRESARIOS
En la última jornada de la gira por México el Presidente se reunió con los empresarios, entre ellos, Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo. El clima fue cordial y el Gobierno recibió elogios, pero también una pregunta sobre la crisis energética. Duplicarían las inversiones.
Por Fernando Cibeira
Desde México D.F.
Blancas, rojas, grises, metalizadas. Las enormes camionetas que utilizan los empresarios mexicanos se veían por todas partes ayer cerca del presidente Néstor Kirchner en su último día de visita a este país. Pese a que Hollywood enseñó a asociar esos vehículos con los jefes narcos, los hombres de negocios aztecas no fueron nada malos con el Presidente. Por el contrario, los encuentros de ayer se realizaron en buen clima y, salvo una pregunta por la crisis energética, los elogios terminaron ganando a las críticas. Entre las reuniones que realizó a partir del mediodía en la residencia de la embajada argentina, se destacó la que mantuvo con el corpulento magnate Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, quien dijo estar muy conforme por cómo marchan sus negocios en la Argentina y aseguró que el país seguirá estando en el horizonte de sus inversiones. Según los cálculos de la comitiva, los mexicanos prometieron inversiones por unos dos mil millones de dólares para los próximos tres años, casi el doble de las que existían hasta ahora.
La cita llegaba con buenos augurios. La relación bilateral con México se había congelado en lo político, pero en lo comercial desde hace un par de años que avanza con buen clima. Justamente, uno de los motivos de esta gira de Kirchner a pocos meses de dejar el poder tiene que ver con la intención de poner en sintonía los dos niveles del vínculo.
Hubo dos partes. Temprano, Kirchner habló a los empresarios en la Hacienda de los Morales, un restaurante y salón con aspecto de rancho californiano, así que las camionetazas no desentonaban. El encuentro lo organizó la Cámara de Comercio Argentino-Mexicana y el Consejo Mexicano de Comercio Exterior bajo el título “Alianza estratégica”.
El Presidente, como era previsible, los apabulló a cifras. Suele hacerlo y en este caso encima era el ámbito. Kirchner buscó pintar un país que se volvió “absolutamente estable”, por lo tanto ideal para invertir en forma segura. “La relación no tiene que tener un sentido coyuntural sino estratégico”, soltó. La palabra “estratégico” fue repetida insistentemente durante los tres días de la visita. El Presidente hizo dos salvedades. Que la relación debía darse en el marco de la integración de América latina y subrayó que el crecimiento en el país se daba en un marco de la búsqueda de una mayor igualdad y equidad social. “No aceptamos crecimiento a cualquier costo”, explicó.
Delicias de un público nuevo. Los empresarios mexicanos se sorprendieron con la repetida comparación del Presidente acerca de que su gobierno había servido para salir del infierno y que esperaba el próximo 10 de diciembre “entrar a caminar los rumbos del purgatorio”. La figura –dramática si se piensa– fue recibida con carcajadas por el auditorio. Por el seminario ya habían desfilado como oradores la titular de la Agencia de Promoción de Inversiones, Beatriz Nofal, el ministro de Economía, Miguel Peirano, y el canciller Jorge Taiana. Entre los empresarios el más destacado fue Carlos Salazar, titular de Coca Cola México.
Llegó el turno de las preguntas, una de las cuales, leída por el titular de la Cámara, marcó el único momento incómodo de Kirchner de la mañana. Un representante de la compañía Mabe, que en la Argentina maneja las marcas General Electric y Patrick, le preguntó cómo pensaba resolver la crisis eléctrica que había obligado a su empresa a parar durante algunas horas la jornada laboral. “No hablamos de crisis energética, la Argentina vive la tensión del crecimiento”, subrayó. Y volvió con un ejemplo: “En mi país, cuando se apaga una lamparita hay crisis energética. El otro día leí que se apagó medio Barcelona y era un problema eléctrico. Muchas veces hay motivaciones políticas”. Explicó que durante años no se había invertido y detalló las diversas iniciativas en marcha para proveer de mayor capacidad energética al país. Hubo elogios sueltos y un último empresario que habló de “la continuidad que estamos esperando del gobierno argentino”. “Coincidimos plenamente”, cerró Kirchner, provocando más risas.
La segunda parte de la jornada con los empresarios, más selecta, se trasladó a la residencia del embajador Jorge Yoma, a la misma mesa cuadrada bajo del jardín en la que la senadora Cristina Fernández se había encontrado el día anterior con los intelectuales mexicanos. Hasta allí llegó con un impactante despliegue de seguridad Slim, quien tiene su sede de operaciones a cuadra y media de la residencia, en las Lomas de Chapultepec. Dueño en la Argentina de CTI y Telmex, según la última lista de Forbes, el mexicano poseía una fortuna calculada en unos 50 mil millones de dólares que se acumula aceleradamente. A esta altura, ya se lo cree más rico que Bill Gates.
Slim, antes del almuerzo, mantuvo un encuentro a solas con Kirchner y con la senadora y candidata Cristina Fernández. Se conocen bien. Cristina ya se había reunido con él en abril pasado, cuando visitó el DF. A la comida se sumaron Salazar; Daniel Servitdje, dueño de Bimbo; Héctor Medina Aguilar, de Cemex, y Dionisio Garza Medina, del Grupo Alfa.
Allí se hizo un nuevo repaso del estado actual de la relación bilateral, de los rubros en los que más creció el intercambio y las posibilidades que abrió el flamante acuerdo firmado entre ambos países. Los empresarios elogiaron las tasas de crecimiento y fueron prometiendo cada uno agregar algo a lo que ya tienen invertido. Según la calculadora de la Casa Rosada, el saldo –“como piso, eh”, aclaraba luego un funcionario– es de dos mil millones de dólares más para los próximos años. La inversión actual es de unos 2500 millones.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.