Desde México D.F.

El encuentro con los empresarios de ayer a la mañana fue la única actividad que el presidente Néstor Kirchner realizó en la gira sin la compañía de su esposa, la senadora Cristina Fernández. Sin embargo, o tal vez por eso mismo, debe haber sido la ocasión en que más insistentemente hizo referencia a la posible llegada de CFK a la presidencia, menciones que generaron reacciones risueñas entre los hombres de negocios locales. La presencia de Cristina en su múltiple condición de primera dama, senadora y candidata presidencial sin dudas se convirtió en un condimento de atracción extra a la gira al que los medios mexicanos le dedicaron un buen espacio. La candidata le dio ayer una entrevista a la cadena CNN en español y luego, ya junto al Presidente, puso el punto final a la visita con un encuentro con la comunidad argentina en la embajada.

El Presidente está cerca del final de su mandato, por eso muchas veces cuando da un discurso toca puntos que tienen que ver con la futura gestión. Entonces se vuelve inevitable hacer alguna referencia a candidaturas. Ayer, hacía un repaso del modelo que puso en marcha –superávit fiscal y comercial, consolidación de reservas y demás– y luego siguió con lo que debería hacerse a futuro. “Creemos en la Argentina, de la etapa que viene, que le va a tocar conducir a quien va a ser presidenta de los argentinos”, dijo Kirchner. Los empresarios mexicanos lo aplaudieron. El Presidente aclaró entonces que “es una expresión individual mía”. “La construcción de una nueva institucionalidad”, subrayó entonces la labor que le quedará a su esposa si es electa.

La otra mención fue cuando le preguntaron sobre la crisis energética. Explicó todas las obras que estaban en marcha que permitirán aumentar la capacidad energética del país para 2010, según precisó. Pero agregó que si la Argentina sigue creciendo a las mismas tasas probablemente los problemas continuarán, ya que no será fácil satisfacer las necesidades. “Lo que le digo al amigo empresario es que espero que me pueda hacer, o mejor dicho le pueda hacer a la presidenta de entonces, en el 2010, la misma pregunta porque eso significa que Argentina sigue creciendo como hasta el momento”, dijo.

Pero Cristina no estaba en la mesa principal para escuchar esas alusiones. Recién se le sumaría para participar del encuentro con el magnate Carlos Slim y del almuerzo con el resto de los empresarios. Ya por la tarde, cuando el Presidente volvió al hotel Nikko a descansar en su suite con una magnífica vista panorámica del DF, la candidata fue a los estudios de CNN para dar una entrevista. Al igual que durante su reciente visita a España, la senadora privilegió los medios extranjeros a la hora de dar reportajes. Ayer estuvo con la periodista y conductora mexicana Carmen Aristegui en un diálogo que le interesó, explicaban cerca de la candidata, porque además de las cuestiones políticas habría lugar para hablar de cuestiones más personales.

El paso de la senadora despertó el interés de los varios medios mexicanos –en el DF se editan muchos diarios– que hicieron una cobertura cotidiana de la visita. Lo más repetido fue que destacaran que su actividad era fuera de lo común para una primera dama –en rigor, Cristina nunca cumplió el rol de una primera dama clásica durante la gestión de su marido– y la mencionaran como una admiradora –“posmoderna”, señalaron en un matutino– de Evita.