Después del apogeo de los Romero Feris en la provincia de Corrientes, las intrigas familiares en la política están empezando a ser una figurita repetida entre sus pobladores. Las divergencias entre el actual gobernador Arturo Colombi, y su primo Ricardo, diputado y ex gobernador, determinaron la fractura oficial del radicalismo local, al presentarse en frentes separados para las elecciones legislativas del 30 de septiembre. Después de la última convención partidaria que terminó a las trompadas entre correligionarios, se disputaban la representación oficial de la Unión Cívica Radical (UCR).

A última hora del sábado, el nuevo interventor de la UCR correntina, José Luis Bellia, reclamó el sello partidario para el espacio que lidera Ricardo Colombi, quien presentó sorpresivamente su candidatura a senador provincial por el Frente para Todos los Correntinos, nombre de gran parecido al de su primo gobernador, el Frente Por Todos. Así, el oficialismo del actual mandamás provincial, se quedaría sin la representación de la UCR en la alianza que conformó para los comicios con los justicialistas y otros partidos, y se vería en la obligación de representar a un espacio político con otro nombre.

Sergio Flinta, presidente de la UCR local hasta el ocho de agosto pasado, explicó a Página/12 que “el problema no empezó ahora. Hace unos quince días, en la convención del partido donde teníamos que elegir candidatos, los seguidores del gobernador sesionaron a puertas cerradas y desconocieron a nuestros convencionales. Ellos mismos le dieron a la mesa de conducción la facultad para que elija a los nombres para la elección, y nosotros impugnamos todo”. Aquel día, el encuentro terminó con un enfrentamiento a trompadas y sillazos entre los dos sectores.

Pero entre los principales ejes de la disputa político familiar se encuentran los resquemores por el desplazamiento del sector liderado por el ex gobernador, quien al abandonar la casa de gobierno había acordado su candidatura para diputado, pero también la continuidad de una cantidad importante de sus seguidores en el gobierno. Al asumir Arturo Colombi en 2005, comenzó un trabajo de aislamiento de la influencia política que dejaba su primo y separó a casi sesenta funcionarios que aún continuaban en sus cargos.

Aunque desde las filas del diputado y ahora candidato a senador Colombi lo niegan, en el medio del tironeo sanguíneo por el sello radical también acecha la figura del ex ministro de Economía y candidato a presidente, Roberto Lavagna, quien se asoció al partido fundado por Alem hace más de cien años y llevará al senador jujeño Gerardo Morales como vice. “Acá no está en disputa el tema nacional –afirmó Flinta–, es una cuestión netamente provincial. Tampoco tenemos ninguna disputa con el justicialismo de la provincia, si nosotros tenemos buena llegada con el gobierno nacional. Se trata de un reagrupamiento detrás de la figura de Ricardo, porque el gobierno de Arturo se alejó mucho más de lo que pensábamos.”

Desde las filas del oficialismo en la gobernación, el candidato a diputado Amando Aquino Britos, fue terminal con sus declaraciones al admitir que el radicalismo correntino “se ha fracturado”, y acusó al interventor Bellia de “usurpar símbolos y honores”. A pesar de ello, confirmó que el Frente oficialista seguirá en pie pese a que el sello de la UCR lo lleve otro, dado que “al inscribir nuestros candidatos ante la Justicia Electoral hemos dejado reservada en una cláusula la posibilidad de utilizar alternativas”.

La conformación del nuevo espacio político rompió otra alianza que iba a presentarse. En la Alternativa Republicana se concentraba un grupo de liberales disidentes que iban a participar junto al espacio de derecha en el que también se encontraba el PRO de Mauricio Macri, pero los últimos movimientos del radicalismo provocaron su desintegración al absorber al Partido Liberal. Las dos alianzas conducidas por los primos Colombi, que se muestran cercanas al kirchnerismo, se enfrentarán junto al Frente Social para la Victoria, también integrada por kirchneristas como el Movimiento Evita y Libres del Sur, en las elecciones de fines del mes que viene, que definirán la renovación de trece bancas de diputados y cinco de senadores y determinará cuál será el sector que domine legislativamente la provincia.