A los habitantes de Río Gallegos les espera otra semana agitada. Mientras al ex ministro de gobierno de Santa Cruz Daniel Varizat le denegaban ayer la excarcelación por el incidente del viernes, en el que atropelló a diecisiete manifestantes, la Asociación Docente de Santa Cruz (Adosac) lo acusó de pasar “a propósito” por el lugar donde marchaban los estatales en reclamo de mejoras salariales y en contra de la presencia del presidente Néstor Kirchner. Los docentes van a parar mañana y, al término de la jornada, decidirán si extienden las medidas de fuerza al resto de la semana.

A Varizat se le tomó declaración indagatoria el sábado por la noche y ahí argumentó haber perdido el control del auto. Su abogada, Paula Ludueña, pidió ayer a la tarde la excarcelación para su defendido. Pero la jueza Valeria López Lestón rechazó la petición. Según fuentes judiciales, la decisión se basó en que las penas máximas previstas para los delitos que se le imputan superan los ocho años, límite para que se otorgue tal beneficio, por lo que el funcionario detenido desde el viernes deberá continuar en esa condición. Mientras tanto, al menos cinco de los manifestantes atropellados por Varizat se encontraban internados en el Hospital Regional de Río Gallegos, cuatro con parte estable y una, Marta Guillarmaz, en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica.

Miguel Del Plá, docente y dirigente de Adosac, afirmó a Página/12 que la presencia del ex funcionario kirchnerista “fue un claro acto de provocación, porque es muy difícil creer que haya sido de casualidad que se encontrara en la zona. La columna de manifestantes salió media cuadra antes de donde atropelló a los compañeros, y el recorrido que íbamos a hacer estaba ampliamente publicitado”. Sobre las declaraciones de Varizat acerca de que tuvo miedo de que lo “linchen”, Del Plá aseguró que antes de lanzar la camioneta 4x4 sobre quienes lo rodeaban “se quiso bajar de la camioneta para pelear y la persona que iba del lado del acompañante lo tironeó para que volviera a entrar”.

Después de los incidentes del sábado en la Casa de Gobierno, donde la multitud enfurecida no dejó valla en pie ni resquicio por pintar en el frente, pasadas las 2 de la mañana, los manifestantes se retiraron de los jardines de la residencia del Ejecutivo provincial. Cuando volvió la calma, la policía comenzó a limpiar la zona, a poner las vallas en su lugar y a despejar todo lo que entorpeciera el tránsito, incluidas algunas carpas donde los docentes habían pasado la noche. Pero a partir del mediodía de ayer, los maestros ya estaban otra vez ocupando la calle con más carpas y sin reacción policial a la vista.

“Acá está claro que el gobierno quiere tener guardado a Varizat –dijo Del Plá–. Pero pasa lo mismo con (el jefe de policía Wilfredo) Roque, porque es un hombre directo de Kirchner.” Los sindicalistas le entregaron al gobernador, Daniel Peralta, un petitorio en el que entre otros puntos exigen la renuncia de Roque, quien ya estaba al mando de la fuerza cuando fue reprimida una manifestación de trabajadores estatales, en mayo, hecho que terminó con la renuncia de Varizat y del entonces gobernador Carlos Sancho. Los gremios de la Mesa de Unidad Sindical están preparando el paro lanzado para mañana, que estará precedido por una movilización hasta la Casa de Gobierno.

En la Capital Federal, el ex ministro y candidato a la presidencia, Roberto Lavagna, consideró que “Santa Cruz es como un resorte que ha estado durante muchos años bajo presión y que, ahora, va saltando mientras la sociedad va liberando su necesidad de expresarse, lo que tiene que servir como ejemplo a nivel nacional”. Una columna del MST, liderada por los candidatos Vilma Ripoll y Agustín Vanella, se movilizó ayer hasta la Casa de Santa Cruz, en repudio a los hechos ocurridos, mientras que el Partido Obrero (PO) lo hará hoy al mediodía.