Jueves, 25 de octubre de 2007 | Hoy
Algunos familiares de los policías asesinados en La Plata realizaron una marcha en reclamo de justicia. El gobernador los recibirá mañana.
Una columna de doscientas personas marchó ayer hasta la Casa de Gobierno bonaerense para reclamar el esclarecimiento del asesinato de los tres policías cometido el viernes pasado en dependencias del Ministerio de Seguridad provincial. La viuda de una de las víctimas no se plegó al llamado porque no quería que se use el crimen con una “finalidad política”, así como los familiares de uno de los dos oficiales muertos. El gobernador bonaerense Felipe Solá sindicó a los “sin gorra” como parte de los organizadores y anunció una recompensa de 300 mil pesos para quien aporte datos.
Convocada por Oscar Díaz, hermano del sargento Pedro Díaz, una de las tres víctimas, en la movilización se observaron pancartas y carteles que decían “basta de muertos” y fotos de los policías con crespones negros. Allí, Díaz apuntó al gobernador Felipe Solá al declarar que “cuando Kirchner habla de ‘perejiles’ eso quiere decir que no tiene confianza en el gobierno ni en el ministro ni tampoco en la investigación judicial, entonces, ¿qué nos queda para nosotros como sociedad?”.
Mientras el organizador desestimaba la hipótesis de que habían sido ultimados por personal retirado de la misma fuerza, insistió en que había sido “un mensaje mafioso a la sociedad de un sector que tiene impunidad más allá de quién asuma como nuevo gobernador. Entre quienes caminaban participando de la protesta se pudo ver al comisario retirado Edgardo Mastrandrea, acusado de haber participado en la represión ilegal durante la dictadura militar.
La marcha se realizó con los familiares de dos de las víctimas en desacuerdo. Marta de Díaz explicó que no iría porque su marido “no estaba de acuerdo con ese tipo de protestas. Consideraba que hay que pedir justicia por las vías que corresponde, que es hablando con quien corresponde. No estaba de acuerdo con las marchas y yo tampoco”, aseguró y agregó que no quería “ningún tipo de utilización política. Es muy grande la pérdida que tenemos las tres familias como para que utilicen a nuestros familiares para la política”. Tampoco los allegados del oficial Alejandro Vatalaro se acercaron al encuentro.
Por su parte, antes de desarrollarse la marcha, Solá la vinculó con el grupo policial conocido como los “sin gorra”, integrado por ex policías bonaerenses retirados y exonerados por faltas graves, que también formaban parte del equipo de seguridad del candidato a gobernador Juan Carlos Blumberg. “Es una marcha de opositores. Son sólo treinta y seis personas que quieren hablar por toda una policía que no representan”, aseguró y agregó que “¿a quién le van a hacer creer que la marcha no es política si la convocaron 24 horas antes de cerrar una campaña?”. El gobernador no dio detalles sobre la investigación y advirtió que quienes lo hagan “están boicoteando sin quererlo o a sabiendas la investigación”. Por la tarde recibió a los familiares de Díaz y del oficial Ricardo Torres Barbosa y, después de anunciarles que se ofrecerá una recompensa de 300 mil pesos para aquellos que aporten datos sobre el crimen, se comprometió a armar una reunión para mañana con los parientes de todos los policías asesinados.
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