Miércoles, 12 de diciembre de 2007 | Hoy
EL PAíS › LAS MEDIDAS INICIALES DE DANIEL SCIOLI EN EL AREA DE SEGURIDAD
Tal como reveló Página/12, habrá un jefe de Policía y será Salcedo, que asumirá mañana. La mira en desarmaderos y kioscos de drogas.
Por Raúl Kollmann
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, designaron ayer a un virtual jefe de la Policía Bonaerense. Tal como anticipó Página/12, ocupará el cargo el titular de la Policía Científica, Daniel Salcedo, que jurará mañana como superintendente general o coordinador, dado que el cargo de jefe de la Bonaerense no existe y Scioli no modificará la ley por ahora. En su primer día de trabajo, Stornelli decidió darle nuevo impulso al Operativo Sol, lo que significa que serán trasladados numerosos efectivos a las rutas para el control vial. Se habla, por ejemplo, de unos 200 motociclistas que controlarán el tránsito a los lugares de turismo. Por otro lado, Scioli y Stornelli convinieron en que el acento estará puesto desde el principio en operativos contra los desarmaderos de autos y los kioscos de drogas. Como Stornelli insiste en que su prioridad es elevar la moral y el espíritu de los efectivos, decidió cancelar el programa televisivo Policías en acción. “No es para nada la cara de la fuerza que queremos mostrar”, señaló a sus colaboradores.
Este diario adelantó que la gestión de Stornelli buscará, desde el principio, diferenciarse de la de León Arslanian. La designación de un virtual jefe de la Bonaerense no es un paso que Arslanian hubiera dado. Las estrategias difieren en lo siguiente:
- Arslanian siempre puso el acento en un férreo control de los civiles sobre los uniformados. El centro de su estilo era la exigencia, la amenaza de sanciones y el pase a disponibilidad. Muchos sostienen que ésa es la única forma de hacer funcionar una fuerza que siempre apareció relacionada con el delito. Otros creen que esa estrategia creó un vínculo demasiado tenso con los uniformados.
- Stornelli, en cambio, insiste en que a los policías se les debe dar confianza, moral y espíritu de equipo. “Hay que controlar, pero no podemos estar hostilizando a efectivos que queremos trabajando al máximo”, razona. Se dice que ayer, en la reunión con la nueva plana mayor, Stornelli les pidió a los jefes tres cosas: “Lealtad, discreción y honestidad. Nosotros también seremos leales con ustedes”, prometió.
La designación de un jefe de la Bonaerense ejemplifica la estrategia de Scioli-Stornelli. El mensaje hacia la fuerza es “les tenemos confianza, ustedes pueden tener un hombre de uniforme a cargo”, aunque la autonomía será relativa. El nuevo y virtual jefe de la Bonaerense es un hombre de perfil netamente científico y técnico. Sólo estuvo dos años en comisarías, en General Rodríguez y Vicente López, y luego hizo toda su carrera en el área de investigaciones científicas. Es graduado en Criminalística de la Universidad de Buenos Aires y realizó numerosos posgrados, por ejemplo en Química. Este año estuvo en Francia haciendo un curso sobre Face recognition, que es un sistema sofisticado de identificación facial.
También ayer hubo designaciones en dos puestos clave de la plana mayor de la Bonaerense. Como superintendente de Seguridad, que es quien supervisa todas las comisarías y los patrullajes, estará Juan Carlos Paggi y el cargo de superintendente de Investigaciones será ocupado por Sergio “Titi” Vargas. Ambos tienen defensores y críticos. Paggi estuvo a cargo de la seguridad en Almirante Brown y Vargas en la Delegación de Investigaciones Complejas de La Matanza. La otra movida importante de ayer fue la destitución del jefe de la Policía Buenos Aires 2, el comandante mayor de la Gendarmería Luis César Almeida. Este cuerpo, presuntamente de elite, nunca terminó de despegar del todo. Ahora quedó a cargo de un jefe de la propia Bonaerense, pero no son pocos los que pronostican que durante 2008 será disuelto y sus efectivos quedarán en la Bonaerense de siempre. Ayer, Stornelli dedicó varias horas a la planificación del llamado Operativo Sol. Uno de los temas de mayor repercusión en el verano son las muertes en las rutas y el objetivo es concentrar fuerzas en el control vial. Stornelli habló ayer de dedicar 200 motos, con sus respectivos motoristas, a esos operativos. Por ahora, la Bonaerense no cuenta ni con las motos ni con los motoristas suficientes.
Desde el punto de vista de los planes, Scioli y Stornelli acordaron que durante la primera etapa se incrementarán los operativos sobre los desarmaderos y los kioscos de drogas. El robo de autos bajó en forma notoria después de 2002 y produjo un descenso espectacular en la cantidad de homicidios en el territorio bonaerense. Sin embargo, en los últimos dos años las cifras de robos de autos se estabilizaron o bajaron muy poco. El vicejefe de Gabinete de la Nación, Jorge Rivas, fue atacado en Lomas de Zamora justamente cuando intentaron robarle el auto. Arslanian argumentaba que los desarmaderos dejaron de estar en territorio bonaerense y se habían desplazado a otras provincias, mientras que continuaba –siempre según la versión de Arslanian– funcionando un gran mercado negro de repuestos en la avenida Warnes y sus alrededores, en la Capital Federal. Para otros, sigue habiendo desarmaderos, aunque en menor cantidad, en el conurbano. Algunos de esos galpones inmensos están protegidos por personajes vinculados a varios intendentes y cuentan con el guiño de policías; otros funcionan dentro de barrios humildes, en los que el auto es desarmado en cinco minutos y las partes fundamentales vendidas a repuesteros protegidos también por hombres de la propia Bonaerense. Lo que sí quedó probado en 2003, cuando hubo una oleada contra los desarmaderos, es que se produce una baja en el robo de autos y una casi automática reducción en las muertes.
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