Los salarios del sector público crecieron en los últimos doce meses por encima del resto de la economía, continuando con una lenta pero sostenida recuperación después del retraso sufrido durante los años 2002, 2003 y parte de 2004. De acuerdo con el índice salarial que elabora el Indec, entre octubre del año pasado y el mismo mes del actual los estatales habrían recibido, en promedio, un aumento del 28 por ciento en su nivel de remuneraciones, contra el 19,6 por ciento correspondiente a los trabajadores del sector privado registrados. Los no registrados (en “negro”) del sector privado se ubicaron a mitad de camino, con una mejora salarial del 23,6 por ciento.

Si el parámetro para dichos aumentos fuera el índice oficial de precios al consumidor, valdría decir que hubo mejora real en el salario para el conjunto de los trabajadores, ya que dicho índice aumentó en el mismo período anual alrededor del 8,5 por ciento.

Pero este último valor corresponde exclusivamente a la medición en Capital y Gran Buenos Aires, hecha por el Indec. Siete provincias realizan su propia medición teniendo en cuenta la misma metodología que el organismo nacional, aunque con resultados marcadamente distintos. En todos ellos, el aumento de precios al consumidor medido en el mismo período alcanzó valores en torno del 20 por ciento. En función de ello, sólo los empleados estatales habrían ganado en el último año una ventaja en términos reales, es decir por encima del aumento de los precios de una canasta familiar.

Según el informe de prensa difundido por el Indec, la mejora salarial en el sector público se debió principalmente a los aumentos otorgados al personal de vialidad, Policía Federal, Prefectura y Servicio Penitenciario.

En el sector privado registrado, el incremento estuvo centrado en las áreas de servicios deportivos, de esparcimiento y culturales; bebidas y tabaco; fabricación de productos textiles; servicios de transporte por vía acuática y aérea, y otros servicios anexos; y explotación de minas y canteras.