La hija del escritor y periodista Rodolfo Walsh, desaparecido durante la última dictadura, pidió a la Justicia federal la elevación a juicio oral del represor Juan Carlos Fotea Danieri. El juez Sergio Torres deberá ahora decidir si incluye su nombre entre los nueve represores que ya fueron elevados a juicio oral. Fotea Danieri estuvo detenido en España y prófugo de la Justicia, por lo que su expediente se inició más tarde.

Fotea Danieri, alias “Lobo”, formó parte del grupo de tareas 3.3.2 que secuestró a Walsh el 25 de marzo de 1977, cuando acababa de enviar su Carta a la Junta de Comandantes, en el primer aniversario del golpe de Estado. Patricia Walsh recordó en el escrito de veinte páginas que le presentó a la Justicia que a su padre lo secuestraron en la esquina de las avenidas San Juan y Entre Ríos, entre las 14.30 y las 16, que alcanzó a defenderse a los tiros, aunque terminó gravemente herido de bala. Aún no se sabe con certeza qué pasó con él a partir de ese momento.

El 6 de noviembre pasado el juez Torres elevó la parte principal del expediente a juicio oral y allí estimó que los secuestradores pretendían dejar a Walsh con vida para sacarle información durante la tortura. Hay testimonios que señalan, en cambio, que llegó muerto a la Escuela de Mecánica de la Armada.

La causa forma parte del megaexpediente de la ESMA, donde varios casos fueron elevados a juicio. En su causa están acusados los represores Jorge “El Tigre” Acosta, Alfredo Astiz, Pablo García Velasco, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón, Antonio Pernías, Julio César Coronel, Ernesto Frimon Weber y Carlos Orlando Generoso. La lista de Torres no incluyó el nombre de Fotea porque está retrasado. El juzgado pidió los primeros arrestos en febrero de 2005 pero Fotea estaba procesado por la Justicia madrileña por crímenes de lesa humanidad y luego estuvo prófugo. Para la querella, de todos modos, su situación no es distinta a la del resto de los represores: por eso pidió que se lo sume al juicio. No quieren que ocurra, dicen, lo que sucedió con Héctor Febres, el prefecto juzgado solo en el marco de la ESMA y recientemente envenenado antes del veredicto.

En ese sentido, pidieron que se lo juzgue por “los ilícitos que afectaran a Rodolfo Walsh” por “privación ilegítima de la libertad doblemente agravada por haber sido cometida con abuso de sus funciones y con violencia o amenazas, en concurso real con robo agravado por haber sido cometido en lugar poblado y en banda”, porque también se investiga el robo de una propiedad y de un Fiat 600 del padre de su compañera, Lilia Ferreyra.