Dos años después de las elecciones legislativas en las que Cristina Fernández de Kirchner se impuso a Hilda “Chiche” González de Duhalde como candidata a senadora por más de 26 puntos de diferencia, el duhaldismo podría empatar al kirchnerismo. Por lo menos igualaría la representación que cada uno tendrá en la Cámara alta. Una vez que el senador Eric Calcagno asuma como responsable del área Pymes en el Ministerio de Economía, el oficialismo reduciría a una las bancas que le corresponden por Buenos Aires. La provincia pasaría a tener tan solo dos senadores; José Pampuro por el kirchnerismo y Chiche Duhalde por el duhaldismo.

El 10 de diciembre, cuando asumió como titular del Ejecutivo, Cristina Fernández dejó vacante su banca en el Senado. La suplencia de esa senaduría le correspondía a la matancera Graciela Ocaña. Luego de que Fernández de Kirchner confirmara a Ocaña como ministra de Salud, el asiento de la mayoría quedó para el segundo suplente. El 12 de diciembre, cuando sus pertenencias todavía se encontraban en París, donde ocupó el cargo de embajador, Calcagno tuvo su primera sesión como senador nacional. Al miércoles siguiente, el 19 de diciembre, el cuerpo votó favorablemente el pedido de licencia sin goce de sueldo solicitado por Calcagno. El plazo iba desde el 27 de diciembre hasta el 29 de febrero.

La presentación no recibió ninguna crítica. Hasta el día anterior al reclamado en la nota, Calcagno ocupó su cargo. El 26 de diciembre participó y votó en la sesión en la que se aprobó el cambio de hora oficial. En los pasillos del Senado, los propios referentes del oficialismo no encontraban una explicación contundente al pedido de licencia. En voz baja explicaban que Calcagno necesitaba ese tiempo para terminar de mudar sus cosas desde Francia. En voz alta se afirmaba que Calcagno sería el responsable del área Pymes en el ministerio de Economía.

También se repetía que se esperaba que la actual Subsecretaría Pymes cambiara su status al rango de secretaría para que se efectivizara el nombramiento, pero la cuestión está en duda. En el entorno de Calcagno destacan que el ex embajador en Francia vería con agrado que su futura función reporte directamente a la Presidencia. En este punto, el ministro de Economía, Martín Lousteau, no es partidario de que la estructura deje de estar bajo su mando. Lo real es que hasta el momento esa decisión no se tomó, la licencia corre y el receso parlamentario no ha sido alterado más que por la llamativa convocatoria a una comisión bicameral.

Después de la elección del 28 de octubre, el oficialismo amplió su espacio en ambas cámaras del Congreso. En el Senado consolidó su mayoría y, con el apoyo de aliados, se acerca a los dos tercios. A pesar de ese margen contundente, el kirchnerismo finalizó el año con más de un contratiempo. Estuvo a un tris de perder la posibilidad de prorrogar el impuesto al cheque porque le faltaron dos votos propios. No deja de llamar la atención que después de ese incidente la mayoría prescinda de un voto.

Los senadores por Buenos Aires tienen mandato hasta el 2011. En el caso del kirchnerismo, luego de la renuncia de Ocaña, no queda ningún otro suplente más que Calcagno. Eso explica que la licencia sea a plazo fijo. No sería una novedad que una banca permanezca vacante por una licencia prolongada. Para el caso, una de las bancas por Santa Cruz permaneció sin ocuparse durante algunos años luego de que Alicia Kirchner pidiera licencia para ponerse al frente del Ministerio de Desarrollo Social.

Si Calcagno decidiera renunciar a la banca, se daría una situación sin antecedentes, ya que no hay suplentes para el cargo. “La elección directa de los senadores, consagrada luego de la reforma constitucional, no contempla cómo cubrir esas vacantes”, asegura el constitucionalista Daniel Sabsay ante una consulta de Página/12. Sabsay destaca que la Constitución deja en claro que los “cargos legislativos deben ser ocupados”.

Para el director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, la situación “sería inédita ya que no está contemplada en el Código Electoral”. Tullio comenta a este diario que “el Código es claro para cubrir las vacantes con los suplentes”. En este caso, todos los suplentes ya habrían renunciado, por eso sostiene que “la banca podría quedar vacante ya que no se afecta el funcionamiento del Senado o bien el Ejecutivo podría llamar a una nueva elección ya que sólo el pueblo elige los suplentes”. En caso de llamarse a una nueva elección habría un sólo condicionante establecido por el Código: no podría realizarse en los 90 días previos a la finalización del mandato. El año pasado, en medio de una sesión legislativa, fue la propia Cristina Fernández de Kirchner la que reivindicó su amplio triunfo sobre el duhaldismo cuando dijo que estaba sentada allí en representación de casi tres millones de votos. En la elección del 2005, el Frente para la Victoria obtuvo 2.924.000 votos. Logró una diferencia importante sobre el duhaldismo en comicios en los que se alcanzó un altísimo presentismo. El duhaldismo fue entonces el gran derrotado. Si ahora el oficialismo declina ocupar una de las dos bancas por la mayoría, los derrotados hoy serían aquellos votantes.