EL PAíS › REUNION DE CHICHE DUHALDE Y SOLA
Al mediodía, a solas
Ayer fue Duhalde-Solá. El martes será Solá-Duhalde. Los dos apellidos más representativos del PJ bonaerense empiezan a quedar asociados. Como un anticipo de lo que podría suceder en las elecciones del año próximo. Aunque “Duhalde” sea por Hilda “Chiche” González, esposa del Presidente y coordinadora de políticas sociales, quien ayer hizo de local y recibió en la Casa Rosada al gobernador Felipe Solá. La excusa fue coordinar la ejecución de la “segunda etapa del Plan Vida”, un programa creado durante la gestión de Duhalde en la provincia y que está a cargo de la red de manzaneras entretejida por su esposa Chiche.
Solá llegó a la Rosada al mediodía, y aunque no estaba previsto en la agenda oficial se reunió con Chiche Duhalde para analizar la implementación de los programas sociales. Al final, Solá y Chiche almorzaron juntos, lejos de sus asesores. Cuando terminó la reunión, el gobernador dijo a los periodistas que “se habló pura y exclusivamente de los planes sociales”. En concreto, detalló que se analizó la forma de poner en práctica el Plan Vida, un programa de asistencia básica pensado para evitar la desnutrición. El proyecto contempla la entrega de leche, puré “para la estimulación temprana del niño”, cereales, una “sopa reforzada” y la provisión de una bolsa de harinas con ácido fólico para prevenir la anemia en los niños.
El gobernador contó que el martes próximo se reunirá nuevamente con Chiche Duhalde, esta vez en La Plata, para terminar de coordinar los planes asistenciales. Según Solá, el Plan Vida estará dirigido casi exclusivamente a las mujeres embarazadas y niños de unas 600 mil familias de bajos recursos, la mayoría desocupados. Aunque en todo momento negó que se haya hablado de política partidaria u electoral, Solá recurrió al tono de campaña cuando aseguró que el Plan Vida que se ejecutará desde octubre “significa un incremento en el presupuesto provincial de 80 millones de pesos”. Las elecciones, por lo que se ve, están cada vez más cerca.
Solá insistió en que sólo se habló de políticas sociales. Tanto, que generó sospechas. Porque se sabe que Duhalde ordenó una tregua con el mandatario bonaerense. No le disgustaría cerrar un trato con Solá para que Chiche lo escolte en la fórmula para la gobernación. Los contactos ya empezaron, y sobre ellos sobrevuela también la interna presidencial, con Adolfo Rodríguez Saá encabezando las encuestas. Allí la cuestión se pone compleja: esta semana, Duhalde se desentendió definitivamente de la suerte de José Manuel de la Sota y empezó a tirar puentes hacia el sanluiseño. Su esposa, sin embargo, lo sigue criticando (ver página 6). Para los adolfistas no es una contradicción, sino una estrategia.
Con la provincia de Buenos Aires convertida en territorio arrasado por la miseria, Solá y Chiche juran que su suerte –tanto para gobernar como para ser reelectos el año que viene– depende de la asistencia social. Para alejar dudas, el gobernador aclaró ayer que unas 300 mil madres beneficiarias del Plan Vida son también jefas de hogar desocupadas, pero que “ambos programas no se superponen”. La primera dama, en tanto, se ocupó de hacer las promesas de ocasión: anticipó que los indicadores del nivel de la pobreza de octubre mostrarán algunas “mejoras” con respecto a la última medición, que llegó al 53 por ciento. “Los datos últimos que estuvieron a la vista son del mes de abril, y ésos son los picos más altos. Las mejoras las vamos a ver en los indicadores del mes de octubre”, prometió, optimista, la coordinadora de políticas sociales.