Las cuatro entidades agrarias confirmaron que asistirán hoy a la reunión convocada por la Defensoría del Pueblo de la Nación. Pero el Gobierno ya anunció que no asistirá al encuentro. La táctica de la Rosada era esperar y ver cómo los ruralistas movían sus piezas, para después recuperar la iniciativa convocando al diálogo. La de las entidades sería concurrir al llamado de Eduardo Mondino, quedar desairados ante las cámaras por la ausencia oficial y así ganar legitimidad de cara a una futura negociación o, eventualmente, volver a las rutas.

Después de que Alfredo De Angeli tomara desde Gualeguaychú la decisión de levantar los cortes, abrió una veta de esperanza. Sucede que para el Ejecutivo es condición necesaria que no haya medidas de fuerzas para realizar la convocatoria a la negociación, que tendría lugar en el transcurso de esta semana. Lo cierto es que hoy, a las 18, Cristina Fernández de Kirchner hará desde la Casa Rosada una serie de anuncios en torno de un gasoducto. Y quizá sea ésa la tribuna que se elija para informar los próximos pasos del Gobierno en este extenso conflicto.

En Balcarce 50 estaría tomada la decisión de convocar a una mesa de diálogo con las cuatro entidades ruralistas. Ahora, el dilema es cuándo. Las opciones que se barajan son dos. Una es llamar hoy mismo antes del encuentro de las 15 con el ombudsman, para evitar el efecto de la silla vacía y no regalarles a los dirigentes agrarios el argumento del plantón. La otra es esperar y llamar “en el transcurso de la semana”, para no mostrar apuro. Anoche surgió la posibilidad de aprovechar el acto en la Casa Rosada. Sin embargo, se desconoce cuál será el tono del discurso, si asistirán gobernadores e intendentes, además de banqueros y empresarios, y si el discurso presidencial se centrará en el conflicto o lo tocara sólo tangencialmente. Ayer, los celulares de los funcionarios estuvieron cerrados y la información que se dejó trascender fue apenas escueta. Al cierre de esta edición, los debates continuaban acalorados en la “mesa chica” de Olivos.

A sabiendas de que el Gobierno no asistirá a la reunión con el defensor del Pueblo, hoy a las 15, las cuatro entidades ruralistas levantaron las medidas de fuerza, hicieron guiños dialoguistas y ratificaron que allí estarán. Lo que buscarían es quedar nuevamente desairados. Por su parte, en el Gobierno hace días vienen insistiendo en descartar de modo rotundo que vayan a sentarse como contraparte de los ruralistas. “Es un disparate. El Estado no es un sector, ni estamos discutiendo una paritaria”, aseguró un alto funcionario a este diario.

Por parte del Gobierno había una certeza: no convocarían a negociar si los ruralistas continuaban en las calles. Es por eso que la decisión dialoguista de ayer de “las bases” abrió un nuevo escenario. Resta ver cómo interpretan en la Rosada el hecho de que todavía existan cortes (como el de Ramallo), en donde se ratificaron las medidas de fuerza. Sin embargo, si fueran tan sólo un manojo, es probable que el Gobierno evalúe tener margen para avanzar haciendo la vista gorda.

Otro de los debates pendientes es qué está dispuesto a conversar el Gobierno en caso de que efectivamente tenga lugar la reunión. En cuanto a las retenciones móviles, ya han dejado en claro que no formarán parte de la agenda. La idea sería reivindicar la propuesta unilateral realizada hace una semana y media garantizando, a su vez, una mayor rentabilidad para los productores de leche y carne que no obstante –según se encargan de subrayar en la Rosada– tendrían un margen de ganancia histórico.

El conflicto ya tiene tres meses de vida y consumió la mitad de la gestión de la Presidenta. Los desencuentros fueron varios y el temor es que se repitan. Eso ocurriría si los productores agropecuarios quisieran reincidir en su rechazo a las retenciones móviles. Es que el Gobierno considera que ya se revieron varias de las medidas que pedían los productores y lo que pretenden es discutir un acuerdo de largo plazo con una política integral que se pueda encolumnar en el ya famoso acuerdo del Bicentenario.