Los hombres de Julio Cobos estaban ayer como aquellos que van al casino y con la última ficha que tienen aciertan un pleno con el que salvan la noche: es que el vicepresidente había propuesto discutir las retenciones en el Congreso y Cristina Fernández de Kirchner decidió ahora emprender ese camino. Los radicales K festejaron la apertura del debate parlamentario como un triunfo propio. “Jugamos una carta y terminó siendo la mejor. A Cobos le conviene porque le sirve de respuesta al planteo de los intendentes de su espacio y a la Presidenta le da la posibilidad de encontrar una salida al conflicto agropecuario”, enfatizaron.

“Es una decisión muy inteligente que destraba el conflicto”, celebró el propio Cobos tras el anuncio de Fernández de Kirchner de que la discusión sobre las retenciones sería derivada al Congreso y destacó que así se le da “respaldo institucional” a lo que oportunamente resolvió el Ejecutivo acerca de las exportaciones agropecuarias. El vicepresidente no dejó de reclamar a los ruralistas que ahora levanten el lockout y les advirtió: “Pedir algo adicional es seguir agregando inconvenientes. Hay que debatir todo lo necesario. Lo importante es que está garantizada la representatividad del Congreso.”

Cobos negó, además, que hubiera estado a punto de presentar la renuncia. “Son rumores. Nunca estuvo en mi cabeza la intención de renunciar. Hay que estar en los momentos difíciles. Ser vicepresidente es como la salud, uno la extraña cuando se la pierde”, aclaró.

Las versiones sobre la eventual renuncia de Cobos empezaron a circular después de que hiciera pública la carta abierta en la que convocó a superar la “intolerancia” y los “agravios” e hizo una exhortación al Gobierno y al campo a “recuperar el diálogo y el tiempo que se perdió”. Fue en ese texto que dio a conocer a última hora del domingo donde el vicepresidente definió al Congreso como el “lugar por excelencia de la expresión de la pluralidad y representatividad de una sociedad democrática” y lo propuso como ámbito para discutir posibles soluciones al conflicto agropecuario.

Cobos está sometido a las presiones de los gobernadores del radicalismo K y más aún de los intendentes de ese espacio, enfrentados con sus propios votantes por el rumbo que desde la Gobierno –al que tributan por vía de la Concertación Plural– se le imprimió al enfrentamiento con el campo. Eso lo llevó también a establecer en las últimas semanas canales de diálogo con los titulares de las cuatro entidades agropecuarias.

Así como lo expuso a la presión de su propia tropa, el conflicto derivado del aumento de las retenciones lo llevó a enfrentarse con Néstor Kirchner. “Hace tiempo que Cobos le viene planteando que la solución al conflicto no pasa por una ‘pejotización’, sino por el diálogo entre los intendentes y gobernadores del peronismo y la UCR que acompañan este proyecto. Lo que trata de hacerle entender es que así como ya está resquebrajado el frente interno en el radicalismo K, empieza a percibirse también un resquebrajamiento dentro del PJ y que hay tres o cuatro gobernadores que lo están esperando para cobrársela”, contó a Páginai12 un radical K. En esa lista incluyen, entre otros, a Alberto Rodríguez Saá, Celso Jaque, Juan Schiaretti y José Luis Gioja y remarcan que “todos ellos tienen diálogo permanente con (Eduardo) Duhalde y con (Mauricio) Macri”.

La tensión entre Cobos y Kirchner llegó a su máximo punto el viernes pasado, cuando ambos protagonizaron un fuerte discusión. El ex mandatario puso el punto final: “Vos ponete gel (en el pelo), que nosotros nos dedicamos a gobernar”.

Hubo rumores que atribuyeron la publicación de la carta abierta a ese encontronazo. La versión de los hombres del vicepresidente es otra: aseguran que desde su asunción, Cobos priorizó la interlocución con la Presidenta y que ella le dio un guiño para que planteara una salida parlamentaria al conflicto. Afirman, además, que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el presidente provisional del Senado, José Pampuro, también estaban al tanto de la movida.