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El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, no quiso dejar pasar la oportunidad de dar una buena noticia y, adelantándose al ministro de Economía –al frente de la misión argentina en Washington– anunció que el costo de vida en setiembre habría verificado un aumento de sólo el 1,5 por ciento, el más bajo registro mensual desde el inicio del año. Aunque faltan procesar en el Indec los datos de la última semana del mes, Atanasof destacó el resultado como un signo de estabilidad. El retraso en el ajuste de tarifas de servicios públicos, el valor constante del dólar al menos hasta mediados de la semana pasada y una marcada retracción en el consumo habrían operado en favor del mantenimiento del nivel de precios, a pesar de algunas subas puntuales, como en el caso de las carnes, impulsadas por la variación en el precio de las materias primas. Otro rubro que preocupa al Gobierno y fuera expresamente señalado por Atanasof durante sus charlas con los periodistas en semanas anteriores, es el de los combustibles –naftas y gasoil– que siguieron aumentando hasta hace siete días. La conducción económica pretende arribar a un acuerdo con las empresas petroleras que permita congelar los valores hasta fin de año, pero hasta ahora obtuvo escaso eco.