Federico Caparrós Bosch fue una de las voces repetidas que circularon ayer en las radios con más audiencia. Es abogado especialista en temas financieros, profesor de la Universidad Di Tella y parte del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA). Pero ayer no fue consultado para hablar de la crisis financiera internacional, sino para difundir el recurso de amparo que presentó ante la Justicia laboral para que ordene la suspensión del paro docente de hoy y mañana. Caparrós Bosch, que representa a un grupo de padres de alumnos de escuelas públicas, aseguró que la medida pretende garantizar el derecho a la educación de los chicos y “evitar que se sigan perdiendo más días de clases”. La acción quedó radicada en el juzgado laboral 59 a cargo de Eva Temis. Lo que no trascendió es que Caparrós Bosch fue procesado el año pasado en una causa por administración fraudulenta en relación con la liquidación del Banco Medefin, cuando era miembro del directorio del Banco Central, entre 1996 y 1998. En ese momento, el presidente de la entidad era Pedro Pou, que también fue procesado, al igual que los otros miembros del directorio. El juez interviniente Sergio Torres le trabó un embargo por 500 mil a cada uno. Entre los fundamentos, el magistrado destacó que el Banco Central habría beneficiado en “cifras millonarias a determinados acreedores del Banco Medefin en detrimento de otros”. En la resolución, el juez explicó que cuando “se avizoraba el quiebre de la entidad crediticia, el Central permitió que algunas empresas cambiaran títulos por plazos fijos, que tienen privilegio de cobro al momento del concurso preventivo”. En el procesamiento, Torres indicó que “una de las empresas beneficiadas por esa operatoria fue Socma, propiedad del grupo Macri”, que logró canjear el ciento por ciento de sus “obligaciones negociables subordinadas por cinco plazos fijos”.