La fuerte sequía continúa castigando a las provincias de Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires y La Pampa, entre otras. El gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, estimó ayer que la cosecha fina y gruesa 2008/2009 tendrá un rendimiento promedio “menos de la mitad” que el año anterior, debido a la falta de lluvias. En La Pampa, el gobierno local aguarda para hoy una respuesta del Ejecutivo nacional al pedido de auxilio financiero. De acuerdo con el último relevamiento oficial, la sequía castiga a cerca de 4500 predios rurales y afecta a más de cinco mil productores. El subsecretario de Agricultura pampeano, Enrique Schmidt, aseguró que las consecuencias de la larga sequía hacen que la provincia “se esté cayendo a pedazos”. En el mismo sentido, el gobierno correntino se reunirá esta semana con productores para evaluar los daños provocados por la falta de agua. Fuentes oficiales indicaron que en ese encuentro es posible que se declare una “nueva emergencia agropecuaria”. En Entre Ríos, entidades agropecuarias entregaron ayer al gobierno provincial un informe que revela pérdidas del 90 por ciento en los cultivos debidas a la peor sequía en los últimos veinticinco años.