Oscar Camilión negó cualquier responsabilidad en el contrabando de fusiles y municiones del Ejército a Ecuador, en 1995, cuando ocupaba el Ministerio de Defensa, y aseguró: “Nunca en mi vida traté con un vendedor de armas”. El ex funcionario también intentó despegar del escándalo al senador nacional y ex presidente Carlos Menem, que también está siendo enjuiciado por el Tribunal Oral Penal Económico Nº3 (TOPE3) en el proceso por contrabando de material bélico a Croacia y Ecuador, de 1991 a 1995. Y dijo que se enteró del hecho a través de un periodista. Al tiempo que intentó despegarse del caso, criticó el desempeño del Ministerio de Relaciones Exteriores.

“Si Cancillería hubiera dado a conocer los cables (de la embajada en Perú), este juicio no hubiera existido”, enfatizó Camilión, quien agregó que esa cartera “ocultó” esa información y se la brindó, un par de años después, a un periodista. El ex ministro se refería a los cables procedentes de Lima que, a mediados de febrero de 1995, alertaban sobre la posible venta de material bélico a Ecuador, país que se hallaba en guerra con Perú por el conflicto limítrofe denominado “Cordillera del Cóndor”. Argentina, por el protocolo de Río de Janeiro, se había constituido en garante de la paz entre los dos países. La venta se hizo al amparo del decreto presidencial 103/95, que proveía a Venezuela como destino final gran cantidad de cañones, morteros, obuses, municiones y fusiles.

“Venezuela era un comprador posible”, sostuvo Camilión tras reconocer, ante preguntas del fiscal Mariano Borinsky, que fue el primer ministro en firmar el decreto. El ex funcionario precisó que la venta de Ecuador fue una “estafa” porque sólo llegaron a Ecuador fusiles “que no funcionaban porque tenían defectos en los cerrojos” y municiones vencidas.