Hoy será el día de la verdad para comprobar si el bloque de diputados K tendrá los números suficientes para darle media sanción al proyecto que adelanta las elecciones al 28 de junio. El recuento del oficialismo no movió la aguja y allí afirman que reunirán “al menos 136 votos”, 7 más de los necesarios para alcanzar la mayoría calificada de la mitad más uno del total de los miembros de la Cámara baja. Confiados en que la iniciativa del Gobierno pasará sin sobresaltos en Diputados, los senadores K ya convocaron al debate en comisión para mañana y buscarán convertirla en ley la semana próxima.

Mientras oficialistas y opositores volcaban sus argumentos sobre el proyecto del Ejecutivo en la Comisión de Asuntos Constitucionales, en la conducción de la bancada del Frente para la Victoria no dejaban de sacar cuentas. Las cifras no se modificaron a pesar de algunas altas y bajas por distintos motivos y le auguraban al kirchnerismo “un piso de 136” legisladores a favor de la iniciativa. El oficialismo aportaba datos sobre la adhesión de otros aliados y en los pasillos se rumoreaba sobre algunas deserciones, aunque sin alteraciones sustanciales en los números.

La tarea pasó a ser, en las últimas horas, garantizar la presencia de todos ellos en el sesión de hoy, citada para las diez de la mañana. El bloque oficialista se reunirá antes en un desayuno de trabajo. La idea es juntar a propios y aliados para bajar al recinto, ya que el kirchnerismo cargará con la responsabilidad de conseguir el quórum para abrir la sesión. Toda la oposición esperará tras los cortinados que los K sienten a los 129 diputados para recién ingresar en el recinto y dar el debate.

En tanto, algunos posibles aliados confirmaban sus votos y otros mantenían el hermetismo. Vilma Ibarra confió que su bloque (Encuentro Popular y Social) votará dividido: ella y el socialista K Ariel Basteiro por la afirmativa y Cecilia Merchán y Victoria Donda (Libres del Sur) por la negativa. En cambio los dos diputados del ARI fueguino, Leonardo Gorbacz y Nélida Belous, guardaban hasta poco antes de la sesión la decisión que tomarán en el recinto. Aunque podría ser por la negativa. Una actitud similar podrían adoptar los dos senadores de esa misma fuerza política por Tierra del Fuego.

En la oposición confiaban en juntar casi un centenar de legisladores en contra del cambio en el calendario electoral. Aunque, por lo bajo, admitían la posibilidad de una derrota. “Al oficialismo no le va a sobrar mucho”, era la frase más repetida.

Los senadores K, en cambio, daban muestras de confianza en sus compañeros diputados. Convocaron para el jueves para la mañana, un día después de la votación en la Cámara baja, a la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado para comenzar a debatir el proyecto del Gobierno.

La idea del bloque de senadores kirchneristas es cumplir con los tiempos parlamentarios y llevar el proyecto al recinto después de los siete días de firmados los dictámenes de comisión. La sesión sería el miércoles o a más tardar el jueves de la semana próxima para cumplir con los 90 días que establece el Código Nacional Electoral, entre sancionada la ley y el día de las elecciones. Allí los conteos también son optimistas para el oficialismo. Aunque algo más ajustado, el kirchnerismo considera que reunirá los 37 votos necesarios para convertir en ley el adelantamiento de las elecciones nacionales.