Después de la reunión con Mauricio Macri, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner siguió el cronograma de diálogo con los gobernadores con el mandatario de Chaco, Jorge Capitanich. Esa reunión tuvo un tono bastante distinto al que la mandataria mantuvo antes con el jefe de Gobierno porteño, en parte por la confianza que hay entre ambos y en parte porque las temáticas abordadas casi no tuvieron puntos en común.

“Coqui” –como le llaman su amigos, también la Presidenta– hizo un repaso de las obras que la provincia tiene en marcha, el nivel de ejecución de los presupuestos otorgados para cada una y el ajuste de los tiempos para que los trabajos finalicen.

Las obras de mayor importancia que repasaron durante la charla, que duró más de una hora, fueron la del puerto de Barranqueras, el ferrocarril Belgrano Cargas, el electroducto NEA-NOA, el nuevo acueducto para el interior del Chaco, la inversión en pavimentos y planes habitacionales y la ampliación de redes de agua y cloacas.

Capitanich también le pidió a la Presidenta el respaldo del Gobierno para que en Chaco se radique una fábrica de cemento en Puerto Vilelas y la automotriz Chery, de China.

El gobernador también llevó a la Presidenta un pedido de medidas por el impacto que tuvo la sequía para el sector agropecuario de su provincia y la posibilidad de financiar la cosecha fina y gruesa. También le dejó una propuesta de variación en las retenciones a la exportación de girasol, una oleaginosa que tiene incidencia en la economía chaqueña.

Los temas de la economía provincial ocuparon la primera mitad de la reunión. En la otra parte se habló de política, fundamentalmente del escenario poselectoral y, particularmente, en el peronismo. Hace dos días, Capitanich salió a defender la presidencia del PJ que ejerce el gobernador Daniel Scioli, tras la renuncia al cargo de Néstor Kirchner.

La ronda de diálogo de la Presidenta continuará mañana. La agenda incluye al peronista Juan Manuel Urtubey (Salta) y al socialista Hermes Binner (Santa Fe).