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Para no apartarse del libreto de su asesor de imagen, Jaime Durán Barba, el macrismo salió a negar que la Policía Metropolitana vaya a tener una división “antipiquete”, pero confirmó que habrá un cuerpo de orden público. “No es una policía antipiquete, es un cuerpo que restablece el orden, como cualquier policía”, sostuvo el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, en medio de los reclamos al gobierno nacional para que la Policía Federal reprima los cortes de calles.

Mientras los agentes porteños todavía están en proceso de formación, fuentes del macrismo empezaron a dar detalles de la estructura de la nueva fuerza que verá la luz antes de fin de año. Funcionarán seis superintendencias: Seguridad, Investigaciones y Policía Científica, Personal, Comunicaciones y Servicios Técnicos, Planeamiento y Logística. Bajo la órbita de Seguridad funcionará una Dirección General de Orden Público, formada por la guardia de infantería y el cuerpo de tránsito urbano.

“La idea es que, en el caso en que tenga que actuar, tiene que tener un protocolo de actuación, que es liberar las calles, cumplir la ley y obedecer las órdenes judiciales”, dijo Montenegro. El ministro agregó que en caso de una protesta se liberarán “de la mejor manera posible, dos o tres carriles, para que la gente pueda transitar”.

Sin medias tintas, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cargó contra los manifestantes que ayer se movilizaron para respaldar la lucha de los trabajadores despedidos de la fábrica Kraft (ex Terrabusi) y también contra las autoridades nacionales que no ordenaron la represión de la protesta. El jefe de Gabinete porteño se quejó de que la Policía Federal no impidiera “al menos los cortes que hacen treinta personas y que el único objetivo que tienen es joderle la vida a la gente”. Y apuntó contra la Casa Rosada, que, según dijo, tomó la actitud de “liberar la calle para que cada uno haga lo que se le canta”.

Desde la oposición, en cambio, remarcaron que la nueva fuerza no debería concentrar sus energías en criminalizar la protesta, sino en combatir el delito. “Más allá de querer negarse a denominarla ‘antipiquete’, la real intención de la policía de Macri es reprimir los cortes, protestas y reclamos en la ciudad”, afirmó el legislador Martín Hourest, del bloque Igualdad Social.