EL PAíS › COMO COMENZO LA MOVIDA EN EL OESTE BONAERENSE
Todo pasó en el barrio Rififí
Por Martín Piqué
El barrio tiene un nombre pretencioso y ciertos aires de spaghetti western. Se llama Rififí, y queda en la zona sur de Moreno, en el oeste del Conurbano. Las calles asfaltadas parecen haber sobrevivido a un bombardeo, y el resto es tierra, con suerte, y barro, cuando llueve. Allí, entre la desolación de la crisis, sobrevive como puede un pequeño núcleo comercial, formado por comercios desvencijados y algunos supermercados pequeños y con las góndolas semivacías. En ese escenario de película -argentina, claro–, surgió el primer indicio serio de que los saqueos podrían retornar en diciembre, quince días antes de Navidad.
Los comerciantes de la zona, agrupados en la Cámara de Comercio de Moreno, detectaron los primeros movimientos. Alarmados ante una serie de rumores, terminaron de espantarse cuando escucharon las confesiones de varios vecinos. Algunos de sus clientes habían asistido a dos reuniones políticas, en la que se había ofrecido dinero y “reparto de alimentos”. Los supermercadistas, entonces, acudieron a la municipalidad, donde contaron lo que sabían. Y allí se enteró el gobierno provincial, que movilizó su estructura para chequear la fiabilidad de los datos.
Así comenzó esta historia, que aún no terminó. Fue revelada a Página/12 desde las oficinas de la gobernación, en La Plata. Luego fue reconstruida por un alto funcionario del municipio y, finalmente, confirmada por los empresarios de la zona. Aunque se trata sólo de un caso, su aparición disparó los nervios del gobernador Felipe Solá, que ordenó seguir de cerca el incidente y hasta motivó un desembarco secreto del ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero. El episodio, según contaron vecinos y comerciantes, involucra a dos “pesados” del PJ relacionados con el menemismo, que en el distrito está representado por Raúl Taborda.
Los vecinos habían sido invitados a una reunión en una unidad básica de la calle Julián Alvarez, en Rififí. Era un encuentro convocado por el candidato a intendente del menemismo, Taborda, quien hasta hace poco era desconocido en el municipio. Su apellido, ahora, aparece en todas las paredes, al lado del eslogan “Menem 2003”. En esa reunión, dos punteros plantearon la propuesta de armar un saqueo. Y prometieron que cada persona que se sumara al robo recibiría 40 pesos –20 antes y 20 después– y sería beneficiada con el “reparto de los alimentos”. Según los testimonios, los punteros tienen antecedentes penales, viven en el barrio Parque Lavin y son conocidos por los apodos de “Cachafaz” y “Pajarito”.
La confidencia apresuró a los comerciantes, que denunciaron el hecho ante el intendente local, Andrés Arregui, que los instó a hacer la denuncia ante la policía. Amparándose en la “identidad reservada”, se presentaron en la comisaría primera de Moreno, que pertenece a la Jefatura Departamental de Mercedes. La notificación llegó hasta las autoridades de la seguridad en la provincia, y el propio Cafiero aterrizó en Moreno para analizar in situ la importancia del caso y la fiabilidad de la información. Aunque algunos nombres no coincidían del todo, el hecho fue tomado muy en serio y quedó bajo la lupa de las fuerzas de seguridad.
El episodio, además, alarmó a todos las organizaciones sociales de la zona, que comenzaron a examinar, en el terreno, el clima que se vivía en los distintos barrios y asentamientos de la zona. Los comerciantes, por su lado, se pertrecharon –por si acaso– para una nueva ola de saqueos. Pero también se reunieron con el intendente y el comisario mayor Miguel Pérez, titular de la Departamental Mercedes, quienes ayer brindaron una conferencia de prensa para tranquilizar a empresarios y vecinos. El policía, por ejemplo, prometió que pondrá en la calle a “todos los hombres que sean necesarios” para garantizar la seguridad de personas y bienes.
Mientras se realizaba la conferencia de prensa, unos de los vecinos que denunció el episodio comentó a Página/12 que los militantes implicados en el hecho estarían ligados al concejal Alberto Frei, del PJ, ex duhaldista, líder de la agrupación “Hugo del Carril” y con una reciente aproximaciónal menemismo. En la misma línea, un funcionario de la intendencia confirmó que la denuncia involucraba a “una persona de dudoso prontuario, de nombre Cachafaz, que tiene antecedentes de delito común”.
Las denuncias –mantenidas en secreto hasta ayer– hicieron temblar a todo el distrito, que está históricamente asociado a los saqueos: en 1989, el estallido social que adelantó la despedida del gobierno radical comenzó en la frontera entre Moreno y San Miguel, en un aislado barrio comercial que se llama Cruce Castelar. Las corridas, gritos y tiros al aire se repitieron el año pasado, en el mismo escenario, sobre la ruta 23. Aunque esta vez, la escena se completó con una marcha convocada a las apuradas por el municipio, con el supuesto objetivo de desactivar el estallido.