EL PAíS
Aero-escrache a Ruckauf
En el preembarque del vuelo 1131 a Buenos Aires, los pasajeros que esperaban partir el sábado a las 23.30 del Aeropuerto de Barajas reconocieron al canciller Carlos Ruckauf y a su esposa, que terminaban su viaje oficial a España. Instantáneamente, un grupo de 40 personas improvisó un escrache, haciendo ruido con las valijas e insultando al ex gobernador que, sorprendido, debió refugiarse detrás de los mostradores de Aerolíneas Argentinas, ayudado por el personal de la empresa. Los ánimos se caldearon todavía más cuando se vio que detrás del mostrador el entorno de Ruckauf comenzó a contestar los gritos con gestos obscenos. El funcionario y sus acompañantes tuvieron que ser sacados del lugar y los viajeros ingresaron a su avión antes de tiempo. El incidente no quedó ahí: los pasajeros seguían convencidos de que el canciller había abordado el vuelo, a pesar de que las azafatas les aseguraban que el funcionario había sido derivado a otro, que partiría más tarde. “Si lo quieren ver, cuando lleguen a Ezeiza, vayan al pabellón de arribos de Iberia, él va a llegar 40 minutos después que ustedes”, terminó implorando el comisario de a bordo para apaciguar los ánimos, una vez que el avión había despegado. Pero aun así, luego de la cena, los pasajeros de clase turista, a falta de cacerolas y ante la mirada desconcertada de los turistas europeos, comenzaron a golpear furiosamente platos y cubiertos de plástico.