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El fallo de la Sala III de Casación estableció la nueva calificación por el incendio de Cromañón al modificar la interpretación de intencionalidad, que como culposo carece de tal, es decir, consideraron que no existieron pruebas en el expediente Cromañón que pudieran sostener el criterio de que los actores se prefiguraban lo que ocurriría y, sin embargo, persistieron. Pero no fijó los montos de las condenas, cuestión que deberá disponer el Tribunal Oral 24, que llevó adelante el juicio oral y público. A partir de allí, la suerte que sobrevendrá para los condenados abrió un abanico de especulaciones.

Omar Chabán aparece como el principal beneficiado en las especulaciones y en los montos de lo que le corresponde. Condenado a 20 años en el juicio, el cambio a incendio culposo en concurso real con cohecho activo le implica un techo de 11 años. El mínimo, de un año en cada uno de los delitos, sumados, daría dos años, cifra que sólo figura. “En el juicio no lo condenaron al máximo de 24 con lo que, si mantienen la misma postura, deberían fijarle algo menos de nueve años”, especulaba ayer un abogado. Otra posibilidad, no tan mecanicista, es que los jueces del tribunal prefieran sostener la responsabilidad máxima a la que ellos le impusieron, por lo que fijarían el máximo a su alcance, 11 años.

En el caso del subcomisario Carlos Díaz y del manager Diego Argañaraz, ambos con la misma condena por incendio culposo y cohecho, la diferencia que radicaría con Chabán es que no fueron considerados como autores del cohecho, sino como partícipes necesarios. En ese sentido, también beneficiados por el fallo de Casación, su monto pasó de 18 años a una cifra siempre menor que la de Chabán. “Si antes les dieron un diez por ciento menos que a Chabán, ahora podrían darles siguiendo esa lógica alrededor de 10 años.” Pero la lógica no necesariamente debe ser la misma.

El resto de la banda y la ex mano derecha de Chabán, Raúl Villareal, fueron equiparados a Argañaraz, por incendio culposo y partícipes necesarios en el cohecho activo. Villareal había recibido un año, y la banda había resultado absuelta. Ahora, su techo será semejante al del manager y el subcomisario, y también el mínimo, que alcanza los dos años. Son, además del director de Fiscalización Gustavo Torres, que había sido absuelto como ellos, y Villareal, que apenas recibió un año en el juicio, los más perjudicados.

En cuanto a los funcionarios, el mencionado Torres, además de Fabiana Fiszbin, ex subsecretaria de Control Comunal, y Ana Fernández, directora adjunta de Fiscalización y Control, recibirán penas cuyo techo oscilará en los seis años. Chabán, que ya estuvo preso dos años y medio, estaría bordeando la posibilidad de la excarcelación, al bajar de los ocho años de condena, según el monto que se le fije. Del resto, los funcionarios recibirán condenas excarcelables.