EL PAíS › DOS RECTORES DISCUTEN EL PAGO UNIVERSITARIO
¿Es más equitativo o menos?
Por Javier Lorca
Aunque la propuesta del rector de la UNT nunca habla de un arancel, el bono de contribución voluntaria apunta en la misma dirección, introduce una variable mercantil en la educación pública: distingue a los estudiantes entre los que pagan y los que no. Quizá por eso generó, al menos entre los rectores universitarios, un debate muy similar al que suele provocar el arancelamiento. En diálogo con Página/12, un rector se define muy a favor y otro, muy en contra.
“La idea de Marigliano me parece correcta. Está dentro de los métodos lógicos a los que puede recurrir una universidad para recaudar fondos. Y es muy positivo que los estudiantes con más recursos puedan ayudar a los más carenciados”, opinó el justicialista Aníbal Jozami, rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Justamente, la Untref es una de las dos universidades que aranceló sus carreras, amparada en la tan discutida Ley de Educación Superior, sancionada en 1995.
La otra casa de estudios que cobra para enseñar es la Universidad Nacional de Villa María, donde se mantienen las cuotas que regían en los institutos terciarios a partir de los cuales se formó, también en el ‘95.
“En la Universidad de Tres de Febrero, el arancel nos permite tener a un 10 por ciento de los estudiantes becados, que no sólo no tienen que pagar la cuota, sino que reciben una ayuda de 200 pesos mensuales. De esta manera, se puede ir subsanando la desigualdad tradicional de la universidad argentina, que se preocupaba por mantener el ingreso libre y nunca se preocupaba por evitar la deserción estudiantil por carencias económicas”, fue el argumento de Jozami.
“Estoy totalmente en contra de que se les cobre cualquier contribución a los estudiantes”, se plantó Ricardo Suárez, actual presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la Universidad Nacional de Rosario.
“La enseñanza debe ser totalmente gratuita para todos los estudiantes. Cobrar una especie de arancel es la salida más fácil de todas. Antes hay que agotar todas las posibilidades existentes. El financiamiento de la educación pública es responsabilidad del Estado y hay que presionarlo para que cumpla su deber”, dijo Suárez.
–¿Y mientras tanto? –le preguntó este diario.
–Mientras tanto hay que seguir presionando. No podemos dejar de pelear.