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José Pampuro sabe que el foco de atención está exclusivamente en la campaña presidencial. Por eso se anima a hacer, a tres meses de abandonar el poder, un breve balance de los aciertos y errores de Eduardo Duhalde. El más revelador: blanqueó que el Presidente sabía de antemano sobre la imposibilidad de devolver en la misma moneda los depósitos en dólares. “Fue un error pero teníamos que llevar tranquilidad a la gente.”
–¿Cuál fue la mayor frustración del Gobierno?
–Las dos muertes (por los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán), que obligó a ponerle límite a esta gestión y llevó a Duhalde a adelantar las elecciones.
–¿Duhalde se hubiera querido quedar?
–Creo que no. A mí me dijo que él venía a un matadero político. El lo tenía claro antes de asumir. Y se siente sorprendido, en el buen sentido, por cómo piloteó el país en medio de la crisis. Ese es el mayor éxito del Gobierno: dejar el país en aguas más tranquilas. Y sin represión.
–No me va a decir ahora que el 25 de mayo Duhalde vuelve a la inmobiliaria.
–Habría que preguntarle a él.
–Le pregunto porque todos en Gobierno dicen que usted es Duhalde.
–Sí, me llaman el alter ego. Yo creo que Duhalde quiere ser algo así como Alfonsín. Va a conservar el poder, y va a ser un hombre de consulta. Aun si gana Menem, Duhalde va a colaborar, aunque usted no lo crea.
–¿Está con Duhalde solo por amistad o comparte su visión del mundo?
–Somos amigos desde hace más de 20 años. Le banco cosas que no me gustan y lo mismo hace él conmigo. Pero rescato su formación humana y comprometida con los sectores más humildes, dentro de sus posibilidades. Si abandonara esto seguiría siendo amigo pero por ahí no lo acompañaría tanto.
–¿Qué no le gusta de Duhalde?
–En esta gestión, el error inicial de haber manejado una situación, sobre todo en lo económico, para la que no estaba preparado. Y sin echar culpa sobre el ministro de Economía, que también fue víctima de la situación. Por ahí hubo algún margen de improvisación, como fue abrir una puerta a una devaluación no manejada, que por ahí debería haber sido más controlada. La pesificación debería haber sido más paulatina y no tan brutal como se hizo.
–¿Qué pensó cuando Duhalde dijo que al que depositó dólares se le devolverán dólares?
–Fue un error. Lo cometió por no conocer la realidad. Pero las circunstancias lo llevaron. Cuando toma el Gobierno estaba como Nelson en Trafalgar: tenía un barco, le habían volado la mano de un cañonazo y tenía solo cincuenta soldados y con pocas posibilidad de ganar. Lo que Duhalde tenía que decir era eso. En el fondo, y lo digo con total riesgo, sabíaque no se podía hacer. Pero tenía que trasmitir tranquilidad a la gente, en el medio del caos, para fortificar su posición y su poder.
–¿A qué ministro del gabinete destaca?
–A todos, aunque Lavagna marcó un quiebre. Le dio rumbo a la economía. –¿Lo ve en la Capital como candidato a jefe de Gobierno?
–Sí. Hay conversaciones. No lo voy a negar. Pero yo no las manejo. Mi logró fue el acuerdo del Gobierno con Kirchner y eso no es poco.