EL PAíS › EL TESTIMONIO EN EL JUICIO POR LA VERDAD
“Supongo que serían detenidos”
El 30 de agosto del año 2000, José Luis Tejerina compareció en La Plata en el marco del Juicio por la Verdad. Ese día habló frente a la Cámara Federal de Apelaciones y respondió a la preguntas de los jueces Julio Víctor Reboredo y Leopoldo Schiffrin. En la audiencia también estuvieron presentes el fiscal general ante la Cámara, Julio Amancio Piaggio; el defensor público oficial Ricardo González; Elizabeth Rivas, por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y Sofía Carabellos, en representación de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
Antes de empezar con las declaraciones, Tejerina fue advertido sobre las formalidades legales. Una vez concluidas, Schiffrin tomó la palabra para comenzar con el interrogatorio. Aquí Página/12 reproduce los tramos principales de su testimonio.
Schiffrin: –Bien. ¿Lugar y fecha suyo de nacimiento?
Tejerina: –Rosario, 20 de noviembre de 1958.
S.: –Por consiguiente nacionalidad argentina. ¿Estado civil?
T.: –Casado.
S.: –¿Profesión?
T.: –Policía.
S.: –¿Con qué grado actualmente?
T.: –Comisario inspector.
(...)
S.: –Bien, usted ha sido convocado por el tribunal para declarar como testigo en la causa (...) que se refiere a la desaparición de esta persona y de otros numerosos que pasaron en los años ‘76, ‘77, aun después, como detenidos ilegales por la Comisaría Quinta de esta ciudad, donde según informe del ministerio del ramo usted actúo entonces (...)
T.: –Correcto, en el año ‘77, a comienzos del mismo, fui destinado a esa dependencia con el grado de oficial ayudante, el primero en esa época. Luego del egreso de la Vucetich contaba con 18 años de edad, los destinos solicitados habían sido, las opciones que nos daban, entre ellos había pedido Tres Arroyos y otros lugares, pero me tocó en el azar y la suerte de quedar en ese destino o destinado por la superioridad en ese destino, en la Comisaría Quinta La Plata.
S.: –Bien, allí estuvo, bueno de principios del ‘77 me dice usted, ¿hasta qué fecha?
T.: –Estimativamente no recuerdo exactamente porque el destino posterior fue la comisaría de La Plata, Sección Novena, fácil un año, un año por lo menos.
(...)
Carabellos: –¿Quizás no tenía permitido el acceso pero sabía de la existencia de detenidos ilegales?
T.: –Es que la palabra ilegal para mí es bastante importante, más en este aspecto que presionan ustedes no puedo afirmarlo, si no los veo.
C.: –Vamos a reformular la pregunta. ¿Usted sabía que había detenidos en el fondo de la comisaría por los dichos de todas estas personas que compartían tareas con usted?
T.: –Se da que sí, que podían existir detenidos pero no le puedo decir que los haya visto, no los pude ver nunca.
C.: –Le reformulo la pregunta, no por sus sentidos sino por conocimiento, evidentemente todas estas personas compartían otras tareas con usted y ellos manifestaron de su conocimiento acerca de estos detenidos, usted a través de sus dichos de sus compañeros, ¿conocía la existencia de detenidos en el fondo de la comisaría?
T.: –Detenidos, pero no le puedo afirmar en qué condiciones o algo así.
C.: –¿Pero sabía que había detenidos?
T.: –Se supone que...
C.: –¿Sabía?
T.: –Supongo que serían detenidos, pero insisto por la, la operatoria que le explicaba no tenía ningún acceso, porque no podía preguntar si eran detenidos, contraventores o qué tipo de situación los privaba de la libertad, o sea que no puedo precisarle...
C.: –Pero había personas que estaban en el fondo, de alguna manera, en los calabozos...
T.: –Obviamente algún movimiento habría por la, la actividad ingreso y egreso de la gente o alguien que ingresa por el portón que no era personal policial nuestro no...
C.: –Voy a reiterar la pregunta, ¿usted sabía de la presencia de detenidos más allá de que fueran contraventores, delincuentes comunes o lo que fuere en los calabozos del fondo de la Comisaría Quinta?
T.: –Sí.
C.: –¿Sí?
T.: –Sí.
C.: –¿Sabía que existía movimiento en el fondo de la comisaría?
T.: –Ehhh, supongo que sí porque si alguien lo llevaba a los detenidos, habría algún movimiento, pero no puedo precisar, recordarlo...
C.: –Más allá de las suposiciones de sentido común y lógicas usted sabía del movimiento que había por algún ruido, se abría el portón, ingresaba algo, ¿usted no lo veía?
T.: –Eso es natural, lo del portón sí es natural porque se escuchaba cuando se abría o se cerraba nada más.
C.: –¿Y ustedes no tenían acceso?
T.: –Exacto. La orden era quedarse cada uno en su tarea y nada más.
C.: –Es decir, volviendo a la primera pregunta que le hice, acerca si el fondo está, estaba inutilizado, digamos por todo esto se podría decir que no... digo si había detenidos, si había personal que entraba por el portón, el fondo no estaba inutilizado, no estaba clausurado...
T.: –Perdón, inutilizado para la parte nuestra, para la parte policial al menos inutilizado para mis tareas, por eso respondí inutilizados.
C.: –Está bien, en términos generales, más allá que para el personal policial fuera un lugar inaccesible, era un lugar donde ocurrían cosas digamos, no estaba clausurado y se había, no había nada...
T.: –Evidentemente, claro, exacto...
(....)
C.: –¿En qué libros institucionales se dejaba constancia de los hechos ocurridos en jurisdicción de la comisaría?
T.: –Institucionales, libros, no creo...
C.: –¿Qué otros libros había en la comisaría, además del de guardia?
T.: –El de exposiciones judiciales o exposiciones civiles o actas de choques o de extravíos, que yo recuerde.
C.: –¿Otros?
T.: –Otros libros no... no recuerdo.
C.: –¿Libro de entradas y salidas de detenidos?
T.: –Entiendo y corresponde que cada comisaría lo lleve, pero como el de contraventores, pero por la tarea que desarrollaba no tenía acceso al libro de..., no me daban la orden de hacer esas tareas...
(...)
C.: –¿Cuando se requería apoyo a la Comisaría Quinta por hechos o procedimientos contra la subversión, cómo se llamaban en aquel entonces? ¿Cuál era el personal de la Quinta que salía?
T.: –Sé que salía la camioneta en casos de pedidos policiales, pero no, no como dice usted de apoyo, no recuerdo... Sé que salía la camioneta, que salía un oficial o un efectivo del tercio y nada más.
C.: –Usted sabe que se realizaban procedimientos contra la subversión.
T.: –Obviamente que sí... que lo sé...
C.: –Usted tenía conocimiento de que la policía también participaba en estos procedimientos.
T.: –En algunos casos sí.
C.: –¿En alguna oportunidad se requirió apoyo a la Comisaría Quinta como consta en las actuaciones de ésta, de este Tribunal?
T.: –En ese año y en ese horario que yo trabajaba no recuerdo un hecho puntual, pero seguramente sí, se trabajaba porque era natural en esa época, como cuando me llamó la atención por mi poca experiencia en la policía cuando iba a tomar un colectivo de la línea 561 y mataron un policía, lo acribillaron allí, lo cortaron... nada que ver con el problema de, de la tarea nuestra pero sin embargo se producían hechos de como usted dice, llamados enfrentamientos subversivos, eso sí lo recuerdo realmente.
C.: –¿Recuerda algún procedimiento contra la subversión?
T.: –Sé que ocurrieron muchísimos en esa época, un detalle que no sé si ayuda pero que sí nos obligaban a presentarnos a trabajar de civil, precisamente para no ser identificados en la calle y como el caso del policía que le decía, que iba a tomar el colectivo y lo cortaron, lo fusilaron, bueno, a todos nos producía una especie de trastorno y más allá de eso, de conmoción del momento y con los años estoy seguro que, como le pasaría a usted, olvidaríamos de a poco, afortunadamente algunos detalles y otros que quedan muy grabados en cuanto a lo lamentable, lo ocurrido no.