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Desde Tucumán

El gobernador José Jorge Alperovich inició su carrera política en el radicalismo en 1995, cuando accedió a una banca de legislador provincial. Desde el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) presidió la comisión de Hacienda y Finanzas. Después de la derrota electoral del bussismo en 1999, cuando Ricardo Bussi perdió por muy poco –el candidato se fue a dormir convencido de que era gobernador y recién aldía siguiente supo que había perdido–, un acuerdo político con el gobernador electo del PJ, Julio Miranda, hizo que recalara en el Ministerio de Economía provincial.

La crisis política del 2001 desató un cisma en la UCR, que terminó en un desmembramiento generalizado. Fue allí cuando Alperovich sealejó y se afilió al PJ. En las legislativas de ese año recaló en el Senado representando a su provincia. Hacia adelante sólo le quedaba la intendencia de San Miguel de Tucumán por el requisito que imponía la Constitución provincial: el gobernador debía profesar la religión católica, apostólica y romana, y él profesa el judaísmo. Pero las circunstancias lo pusieron de frente a la candidatura de gobernador cuando el gobierno de Miranda sufría una profunda crisis y el justicialismo no hacía pie. Así, Miranda lo impulsó para pelear la gobernación desde el PJ. Apelaron a la Justicia para impugnar la cláusula constitucional y obtuvieron un fallo favorable.

Nacido en abril de 1955, Alperovich se recibió de contador y es hijo de un reconocido vendedor de autos tucumano, León Alperovich, fallecido en mayo pasado. Hincha fanático del Club Atlético Tucumán, Alperovich tiene cuatro hijos (y seis nietos) de su casamiento con Beatriz Rojkés, senadora y secretaria general del PJ tucumano. En el 2003 ganó las elecciones provinciales con Fernando Juri como vice y juró sobre la Torá. Centró su tarea en restaurar el poder del gobernador, y la aceptación de las clases altas y media le garantizó el apoyo de los centros urbanos y, su cada vez más sólido desembarco en el PJ, el apoyo de sectores populares. En el 2005 una interna lo enfrentó con su vice y su victoria lo consolidó como el hombre fuerte de Tucumán.

Su acercamiento cada vez mayor al presidente Néstor Kirchner le facilitó la llegada de fondos para obras públicas en la provincia. Consiguió amplio apoyo popular en las legislativas de 2005 y el siguiente desafío político fue reformar la Constitución provincial, que había sido retocada por el bussismo en 1990. Allí impuso la posibilidad de una reelección, que le permitió presentarse en el 2007 llevando como vice al actual ministro de Salud, Julio Manzur. Fue el primer gobernador de la historia de Tucumán en ser reelecto y la dupla alcanzó casi el 80 por ciento de los votos. A partir de su segundo mandato se acrecentó su adhesión al kirchnerismo, representado ya en la figura de Cristina Fernández.

Su postulación a la re-reelección fue posibilitada por una presentación judicial para que el primer mandato se computara por fuera de la reforma constitucional. La Justicia le dio el visto bueno y ayer fue avalado por el voto de Tucumán.