Mañana, a las 10.30, Lorena Martins se presentará en el Ministerio de Seguridad para entregar evidencias y describir la trama de la organización de la que es propiedad su padre, Raúl Martins, en la Argentina y en México. La joven decidió concurrir al ministerio que conduce Nilda Garré a raíz de que la causa judicial se viene demorando y no quiere dejar dudas sobre su intención de que se avance en la investigación, pese a que recusó al juez Norberto Oyarbide primero y al fiscal Gerardo Pollicita después. Todo indica que la ministra ordenará judicializar lo que Lorena entregue.

La demora clave se produjo al principio, cuando Lorena se presentó ante la Fiscalía que atiende los casos de trata de personas, el 26 de diciembre. Ella reveló allí en qué oficinas se lleva la contabilidad de la organización de su padre, dónde quedan registradas las coimas, tanto a comisarías como a dependencias de la Policía Federal, así como a funcionarios del máximo nivel en la Agencia de Control del gobierno porteño. También detalló las puertas secretas de evacuación que tienen los prostíbulos de Capital Federal y por las que sacan a las chicas cuando hay operativos. Es más, en marzo pasado, la jueza María Servini de Cubría allanó gran cantidad de prostíbulos, entre ellos los de Martins, pero la organización ya estaba advertida y dejó unas pocas chicas en cada local.

A fines de diciembre se decidió enviar el expediente a sorteo, lo que derivó en que recayera en el juzgado de Norberto Oyarbide, quien debió haberse excusado el mismo 28 de diciembre por ser conocido y amigo de Raúl Martins. Su hija lo describió así al pedir su apartamiento: “Mantiene relaciones de amistad y comerciales con mi padre”. Hablando en radios argentinas, desde México, Martins dijo que invitó a Oyarbide a dar clases de Educación Cívica y que le compró dos parcelas en un cementerio.

Tras el sorteo de la denuncia, como Oyarbide está de licencia, la causa pasó por manos de Ariel Lijo, Marcelo Martínez del Giogi y a partir de mañana, Sergio Torres. Lorena también recusó al fiscal Gerardo Pollicita por haber compartido funciones en Boca Juniors con Raúl Ríos, a quien la joven acusa de recibir coimas para frenar inspecciones y clausuras de los locales de Martins. Pollicita firmará mañana el rechazo a esa recusación porque afirma que no conoce a Ríos y que en 2007 ya no estaba Mauricio Macri como presidente de Boca, sino Pedro Pompilio. La cuestión debe ser decidida por Torres.

En los próximos días podrían tomarse otras resoluciones. Por ejemplo, considerar que esta causa está vinculada con la que investiga Servini y de esa manera transferirle el expediente a la magistrada. También hay denuncias anteriores contra Martins.

Como era de esperarse, un ejército de abogados fue enviado por Raúl Martins para enfrentar a Lorena en Tribunales. También hay letrados de comisarios y de funcionarios del gobierno porteño que ya pidieron ser parte de la causa. Es más, el propio Martins denunció a su hija por extorsión cuando percibió que ella estaba a punto de romper con él, pero Lorena puede demostrar que sus denuncias son anteriores. El 29 de octubre, dos matones intentaron entrar en casa de Lorena, algo que ella denunció en la policía y la Justicia de San Isidro. Aquel episodio terminó de definir su decisión de presentarse judicialmente contra su padre.

La ministra Garré resolvió poner la custodia de Lorena en manos de la Gendarmería y le aseguró protección. Funcionarios del ministerio escucharán a la joven mañana y, como es obvio, judicializarán los elementos que aporte.