El titular nacional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, quien se candidatea para suceder a Hugo Moyano al frente de la CGT, estuvo ayer en la Casa Rosada para participar del acto por la expropiación de YPF. Aseguró que el sindicato de los metalúrgicos tenía “mucho que ver” con la petrolera porque se trataba de una organización industrial, por lo que era su obligación estar ayer en la Casa Rosada. Respecto de la situación de la central obrera, reiteró que su gremio ya definió que competirá por “el sillón mayor de la CGT” y señaló: “Si me toca ejercer esa gran responsabilidad, lo haré”. Uno de los hijos de Moyano, el diputado Facundo, estuvo también ayer en la Casa de Gobierno luego de un tiempo alejado de los escenarios oficiales. Caló señaló que “sólo faltan que se definan compañeros de otros gremios”. Consultado acerca de si había mantenido conversaciones en concreto con el gastronómico Luis Barrionuevo o con el lucifuercista Oscar Lescano –del grupo de los Gordos–, se limitó a responder que “tenemos que estar todos juntos y no tiene que haber exclusión de trabajadores”. “El movimiento obrero necesita que la CGT sea una sola y tenemos que estar todos unidos, más allá de los matices que podamos tener”, argumentó. “En la CGT no debe haber exclusiones. Es lo que necesita el movimiento obrero, los trabajadores y el país. Se requiere unidad”, puntualizó Caló. Respecto del tramo del discurso de la presidenta Cristina Kirchner en el que hizo referencia a un sindicato que compra dólares que prefirió no identificar, Caló aclaró que no se trata de la UOM, “que sólo adquiere propiedades”.