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Un ingeniero y una joven de 26 años que habían sido secuestrados hace casi un mes en la zona norte del conurbano bonaerense en dos hechos aparentemente diferentes fueron liberados ayer en Moreno luego de que sus familias pagaran un rescate de 42 mil y 33 mil pesos, respectivamente. La Policía, que no intervino en las negociaciones, asegura que los dos secuestros fueron realizados por la misma banda.
El ingeniero electrónico Rodrigo Rodríguez Varela y Gisel de Casese –una comerciante hija del dueño de una pinturería– estaban encapuchados cuando ayer a las 5.30 fueron liberados en el barrio Paso del Rey, en Moreno. El 2 de abril, Rodríguez Varela había sido secuestrado en Martínez y un día después, De Casese fue raptada en Tigre. Después de que se quitaron las capuchas, volvieron juntos en remis: “A los dos los soltaron en un mismo lugar de Moreno y cuando se quitaron las vendas de sus ojos, se pidieron ayuda, contaron lo que habían vivido y se volvieron juntos”, contó uno de los investigadores del caso. El remís los llevó a la casa de De Casese y desde allí Rodríguez Varela llamó a su familia.
Los investigadores policiales creen que los dos secuestros fueron ejecutados por la misma banda y que el ingeniero y la joven estuvieron capturados en el mismo sitio durante casi un mes: “De acuerdo a las escuchas realizadas de los llamados efectuados a las familias, se puede establecer que el negociador de los rescates fue la misma persona”, dijo la fuente. “El secuestro doble puede ser para abaratar costos”, agregó.
El viernes pasado, la familia de Rodríguez Varela pagó un rescate de 33 mil pesos en una esquina del norte del conurbano bonaerense y al día siguiente, luego de ocho llamados de los secuestradores, un familiar de De Casese arrojó en Claypole 42 mil pesos desde un tren en movimiento a cambio de la liberación de Gisel. Las familias negociaron por separado y no intervinieron la Policía Bonaerense ni la Justicia.
Rodríguez Varela había sido secuestrado el 2 de abril cuando salía a comer en su auto junto a su esposa de su casa de Martínez, según habían contado fuentes judiciales. Los secuestradores lo interceptaron, robaron objetos de valor de la vivienda y los obligaron a cambiar de automóvil: “Andá tranquila que en una hora te lo devolvemos”, le dijeron a su mujer, que quedó abandonada en la ruta Panamericana –a la altura del puente de Garín– pero a la noche, su esposa atendió el teléfono y le dijeron que debía pagar 100 mil dólares de rescate. Al día siguiente, De Casese fue capturada después de salir de su casa del country Santa Bárbara, en el complejo Nordelta de Tigre, y los secuestradores pidieron primero un rescate de 500 mil pesos y luego bajaron sus pretensiones a 200 mil.
El juez Roberto Marquevich, titular del juzgado federal de San Isidro, está a cargo de las dos causas.