EL PAíS
La agenda del corralito
Si bien Carlos Menem quedó atrapado en su propio corralito, La Rioja, en ningún momento perdió la hiperkinesis que lo caracteriza. Como aquellos días de encierro en la quinta de Don Torcuato, su agenda sigue estando completa. Y su ilusión de competir en el 2003 se mantiene intacta, a pesar de las convulsiones sociales.
Hace dos viernes, por ejemplo, mantuvo un encuentro con Pedro Pou, Diego Estévez, Pablo Rojo y Octavio Frigerio (nieto), donde analizaron a lo largo de cinco horas –comida de por medio– las medidas económicas de Eduardo Duhalde, además de varios escenarios políticos, entre ellos el llamado a elecciones anticipadas.
Menem también estuvo en un acto de dirigentes sindicales del NOA, el NEA y el Cuyo, en el que consideraron al actual Presidente “traidor de la doctrina justicialista” y pidieron su expulsión por “inoperancia y negligencia en sus deberes de funcionario público”. Ocurrió el fin de semana y el riojano bendijo la resolución con un prolongado silencio.